Llegamos al aeropuerto con una sensación en mi corazón. Pensé en no enfocarme en Alejandro y en el hecho de que estaba a punto de casarme.
-¿Y a dónde vamos?.- Preguntó Raphael.
Pero antes de que pudiera responder, dije: -Esperen, necesito arreglarme antes de bajar.- Y me dirigí al baño
Mi rostro se reflejaba en el espejo. Mi pelo negro estaba lentamente transformándose en un hermoso castaño claro.
Lo miré durante un largo momento, intentando encontrar las palabras para explicar lo que estaba sintiendo.
Mi piel se volvió más pálida y mis pecas reaparecieron en mi rostro, miré mis ojos volverse más dorados como el color miel.
-René Lonescu, un placer.- Dijo Raphael al verme.
Miré hacia Alejandro, sus ojos se clavaron en los míos y yo traté de no pensar en lo que había pasado.
-Aquí está la explicación de por qué no te encontraba.- Bromeó Alejandro. -Estás irreconocible.-
Yo intentaba controlar la confusión en mi corazón y traté de mantener mis emociones en control.
-Tomen.- Dije, entregándoles dos gorras. -Normalmente los maquillistas se hacen del rogar y no quieren ser vistos saliendo del aeropuerto.-
Todavía podía sentir la tensión entre nosotros y eso me hizo sonreír.
Raphael se puso la gorra y sonrió. -Eso es muy cliché.- Bromeó.
Yo también sonreí y dije: -Sí, lo es, pero a los maquillistas les encanta sentirse como estrellas de cine.-
-Antes de salir, tengan en cuenta que habrá fotógrafos que esperarán por mí.- Les dije, con un tanto de seriedad. -Intenten alejarse lo suficiente del flash para que no los lastime.-
Me puse mis gafas de sol y salí del aeropuerto acompañada de Alejandro y Raphael.
Los flashes de las cámaras comenzaron casi inmediatamente. Podía sentir las preguntas de los periodistas y los gritos de los fotógrafos que trataban de capturar la mejor foto.
-Señorita Lonescu, ¡aquí, por favor!.- Exclamó una reportera entre el bullicio. -¿Qué puede decirnos sobre su reciente desaparición de su empresa?.-
-Es solo un descanso, no quiero verme como una zombie en mi boda.- Dije con un tono divertido.
La gente alrededor de nosotros se rió con mis palabras y luego volvieron sus cámaras. Parecía que mi respuesta hubiera sido el perfecto retrato para sus artículos.
-¿Entonces, eso significa que todas las historias sobre la cancelación de su boda con el joven Montier son falsas?.- Preguntó un reportero del otro lado de la multitud.
Todos los flashes parpadeaban en mi dirección. -Es totalmente falso.- Dije con confianza. -Son noticias de gente que necesita comer.-
Una vez más, los medios se rieron y me saludaron con sus cámaras antes de tratar de capturar otra foto.
-¿Quiénes son estos bombones que la acompañan?.- Preguntó otra reportera, tratando de recoger una noticia más jugosa.
-¡Pero qué atrevida!.- Dije en broma, escondiendo una sonrisa. -Son mis maquillistas personales, nada interesante.-
-¿Y dónde está usted alojada durante su descanso, señorita Lonescu?.- Preguntó un reportero con curiosidad.
-Eso es de índole personal, querido, no puedes hacer esa pregunta.-
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Metamorfosis
VampireSeis años han transcurrido desde la noche en la que Daphne Ward desapareció sin dejar rastro. Michael Ward, encerrado en una celda oscura y tétrica, espera ansioso por alguna respuesta. El mundo cambia, pero la ira que lo consume no disminuye. Sin e...