Pasaron cinco días, durante los cuales me aislé y concentré toda mi energía en diseñar las armaduras que cada uno usaría.
Entre mis pensamientos, el rostro de Alejandro, quien me trajo al mundo de los vampiros, aparecía con frecuencia y se me hacía bastante difícil ignorar.
Pero prefería no darle atención y concentrarme en mi tarea. No podía permitirme perder mi concentración.
La tela se moldeaba al cuerpo y se sentía tan fuerte como mi propia piel, sin embargo, era flexible y suave como una seda vieja. Al momento descubrí que nada se desgarraba.
Cinco días habían pasado y me sentía débil, y un poco débil de la cabeza. Salí de casa y caminé para llegar a un restaurante del pueblo.
Me senté y ordené carne asada, que me comí de un bocado.
Sentía la necesidad de más respuestas, y la única forma de encontrarlas era visitando a Michael.
Sabía que quizás me diera algo de respuestas, pero también podía exponerme a una situación peligrosa.
Llegué y esperé que me dieran la señal. Sabía que una de las enfermeras me permitiría entrar, necesitaba prepararme. Entré al baño y me puse unos pupilentes verdes que cubrían mis ojos miel.
Mientras esperaba, todo el lugar tenía un aire sucio y oscuro, era un recuerdo de mi propia historia.
Finalmente me dejaron pasar. Al entrar lo vi inmediatamente, parecía débil, pero aún se encontraba vivo.
-Sigues vivo, que alegría.- Le dije con ironía.
-Y tú sigues siendo una chupa sangre.- Dijo Michael con una sonrisa.
Me vio detenidamente y dijo: -Ya sabes que no eres el primer vampiro que he visto. No tiene caso que te molestes en ponerte pupilentes.-
Sonreí por eso y me los quité, realmente era incómodo.
-Me gustaría que me recuerdes como era cuando estaba contigo, cuando era Daphne Ward.-
-Tu vida ha cambiado. Si la inmortalidad se le conoce como vida.- Y se quedó en silencio un momento.
Miré a Michael y dije: -Tengo que despedirme. Hay cosas que debo hacer antes de que suceda algo.-
Cuando estaba hablando vi que una luz se encendió en su cabeza y dijo: -¿Qué? ¿Te irás de aquí?.-
-No me voy, sino que en dos días mi destino se jugará... Y lucharé por este territorio.-
Negó con la cabeza y dijo: -No... No hagas eso. Ese hombre es tan despiadado que no te permitirá sobrevivir.-
-Tendré que ofrecerle mi inmortalidad.- Dije. -Si es lo que quiere y lo que pueda satisfacer su anhelo de poder.-
-No, no sabes el dolor por el que atravesarías si decidieras volver a ser mortal.- Me dijo Michael, y me miró conmovido.
Me dio miedo lo que Michael estaba diciendo, y me encogí aún más cuando él se rió y me dijo: -Fui testigo cercano de gente que tomó esa decisión. Se está muriendo en vida.-
-Toda mi vida ha sido dolor. No creo que sea algo malo poder tener sangre corriendo en mis venas de nuevo.-
-Odio decir esto.- Dijo Michael, y me miró con aprensión. -Preferiría verte siendo este monstruo que volver a verte siendo mortal.-
Me incliné hacia él, quien se movía en su silla, y le dije: -Mi decisión está tomada. Necesito que me digas cómo vencer a un vampiro.-
Se rió y me contestó: -Devuélveme el poder caminar y lo haré.-
ESTÁS LEYENDO
Metamorfosis
VampireSeis años han transcurrido desde la noche en la que Daphne Ward desapareció sin dejar rastro. Michael Ward, encerrado en una celda oscura y tétrica, espera ansioso por alguna respuesta. El mundo cambia, pero la ira que lo consume no disminuye. Sin e...