𝐑𝐀𝐌𝐄'
"Algo que es caótico y hermoso al mismo tiempo"
MANJIRO SANO • HARUCHIYO AKASHI
----------------------------------------------------------------------
⋆ La mayoría de los personajes son propiedad de Ken Wakui, a excepción de la protago...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
◆═════════●★●═════════◆
Xena <2010>
Desde que tengo memoria, mi vida en Japón ha sido una serie de días identicos; un ciclo de casa, escuela, comida, estudio y sueño.
Cada semana se repite la misma rutina. Mi madre me mantiene bajo control, negándome cualquier libertad y repitiendo la misma frase de siempre como disco rayado:
"No puedes ir por la vida haciendo lo que quieras, hay que guardar las apariencias"
La mayoría de las personas siempre se preocupan más por su reputación que por su conciencia.
¿Por qué la necesidad de comprobar que somos buenas personas? ¿O que somos "decentes"? En éste mundo, hagas lo que hagas, sea bueno o malo la gente va a juzgar.
Cómo japonesa, mi madre tiene una fuerte conciencia de la imagen y se preocupa mucho por mantener buena reputación.
Recuerdo una ocasión en la que una mujer me abordó en la calle y me ofreció la oportunidad de modelar, destacando que mi piel morena era una característica distintiva en Japón, gracias a la herencia keniana por parte de mi padre, y que éso me daba una ventaja única como modelo.
Me sentí como una estrella al pensar en la idea de modelar imaginándome con varias cámaras apuntándome y siendo el centro de atención como una verdadera diva. Pero claramente la decisión estaba en manos de mis padres, pero mucho más de mamá, ya que mi padre siempre estaba trabajando y poco le importaba involucrarse en mi crianza.
¿Cuál fue su respuesta? Un NO sin oportunidad de réplica. Nada fuera de lo común.
"Ése tipo de futuro no es el adecuado para ti Xena. Una chica linda y diferente como tú merece un marido que esté a su nivel"
Según ella, el mundo del modelaje no era el adecuado para una chica con mi posición y estatus. Que era mejor conseguir un compañero de vida que fuera digno de mí.
Intentó envolverlo con palabras dulces, pero estaba claro que solo le importaba que yo me casara con alguien que pudiera seguir manteniendome en un estilo de vida lujoso.
Para nada fue un cumplido; a tan solo mis catorce años de edad, me hizo sentir ofendida por la insinuación de que mi valor como persona dependía de mi capacidad para atraer a un hombre rico.
El berrinche me duró poco, en primer lugar porque no podía darme el lujo de pelearme con mi madre ya que yo salía perdiendo de cualquier modo. Y en segundo lugar, porque en ése mismo año conocí a un chico que me hizo soñar por varias noches con un romance de cuento de princesas, dónde él era el príncipe valiente que me salvaba. Cambió mi manera de pensar y estaba dispuesta a compartir mi vida con alguien en un futuro, pero solo si ése alguien era él.