𝐑 𝐀 𝐌 𝐄' || [Sanzu × Mikey × Oc] BONTEN

𝐗𝐗𝐈𝐗

混沌とした

★

◆═════════●★●═════════◆

Xena

Me dirijo al edificio de Bonten para reunirme con Kokonoi, que para mi mala suerte maneja todo lo que tenga que ver con dinero ahí; debemos discutir la situación financiera de mi empresa, específicamente sobre el flujo de dinero y las ganancias recientes. Dado que estoy involucrada en actividades no muy transparentes como parte del trato, necesito tener todo bajo control para evitar problemas. Bonten suele ser discreto con estos asuntos, pero es inevitable que alguien pueda empezar a hacer preguntas sobre el repentino aumento en mis ingresos.

De todas las personas que trabajan conmigo, Devin es el único que esta enterado de todo lo que pasa respecto a los ingresos. Me ha dado una buena regañada, pero nunca ha estado dispuesto a darme la espalda. Admiro su lealtad y discreción, que a veces me pregunto si merezco su amistad o si soy digna de la confianza que deposita en mi a pesar de que nunca le he contado a detalle de lo que ha pasado en mi vida.

Si me siento mal, porque no le he contado aun que salgo con el líder de la organización de la cual me confesó que sigue desconfiando. Él tampoco me cuenta detalles cuando sale con chicas, entonces estamos empatados. A pesar de no compartir todo, nuestra conexión sigue siendo fuerte.

—¿Pueden esperar aquí? En realidad no tardaré mucho. Después quisiera comprar algunas flores y visitar el cementerio —informo a Kenji en cuanto bajo del auto.

—Lo que usted ordene Señorita Xena.

—Bien.

Les dedico una sonrisa y comienzo a caminar hacia la entrada, pero me doy cuenta de que he olvidado mi celular. Regreso a buscarlo, y una vez que lo tengo en mis manos me tomo un momento para guardarlo en mi bolso. En ese instante, escucho el motor de autos acercarse, y veo dos camionetas estacionarse justo detrás de las mías.

Reconozco a la perfección a quien le pertenecen y a la persona que vienen escoltando. Takeshi Kuroba. La puerta se abre y sale de inmediato con unos aires de grandeza que en serio me molestan. En cuanto me ve a pocos metro de él, una sonrisa extraña y asquerosa se dibuja en su rostro y se aproxima hacia donde estoy.

Mis hombres reaccionan de inmediato y dos de ellos se colocan frente a mi con intenciones de protegerme, pero lo único que quiero y deseo es encarar a este maldito desgraciado.

—Esta bien, no hará nada —digo antes de que Kuroba se acerque y se colocan detrás de mi.

—¡Señorita! —saluda como si fuéramos los grandes amigos —Es grato verla de nuevo en este lugar.

—Hemos coincidido de nuevo al parecer —trato de sonar lo mas relajada y normal posible aunque por dentro esté reventando —¿Qué lo trae por aquí?