𝐑 𝐀 𝐌 𝐄' || [Sanzu × Mikey × Oc] BONTEN

𝐗𝐗𝐈𝐈𝐈

✮⋆˙

── ⋆⋅☆⋅⋆ ──

Xena

-Malditos incompetentes -entro al auto de mala gana y empiezo a colocarme el cinturón bastante molesta -Odio a la policía, que puta burla a la sociedad, en serio.
No son más que unos ineptos con placas y uniformes.

Haruchiyo esperó en todo momento en el auto estacionado a unas cuantas cuadras, para mantener un perfil bajo. He hecho todo un escándalo con esos inservibles que no tienen ni la menor idea de su función como autoridad.

-Sabes que la policía es inútil -habla con un cigarrillo en la boca -El hecho de que tengan vínculos con nosotros y con personas igual de peligrosas, ya es una señal de su falta de integridad.

-Lo sé... Y me molesta que siga enfadándome por algo que ya tenía claro desde el inicio -cierro los ojos y suspiro agotada y frustrada de todo -Aunque en realidad no puedo fingir ser inocente, ya que también estoy vinculada a ustedes. Sin ofender.

-Es diferente.

-¿En qué puede ser diferente?

-En muchas cosas Xena. No te compares con la basura. Al menos tu tienes un sentido de la responsabilidad y te preocupas por no involucrar a más personas en éste lío -termina su cigarro y enciende el auto -La policía siempre está dispuesta a sacrificar a algunos para mantener la apariencia de orden en un mundo dominado por el crimen.

-Al escucharte hablar así, ni siquiera me pasa por la mente que eres unos de los mafiosos más peligrosos del país.

Fijo mis ojos en sus manos que sostienen el volante; tiemblan de una manera fuera de lo común, como si estuviera nervioso o ansioso.

-Se lo que soy y lo que hago. Para mí no hay lugar para esas mierdas de moralidad y justificación. Solo hay hechos.

-En parte tienes razón... -una fina capa de sudor cubre su frente, definitivamente algo le pasa -Todo ésto es una locura. No se tomaron el tiempo de investigar a fondo y cierran el caso tomándolo como suicidio. Por favor... -bufo con ironía resistiendo el impulso de regresar a la estación y desatar nuevamente una lluvia de insultos -Yo visité a la madre de Miko esa tarde y me aseguró seguir dispuesta a encontrar a su hija. Fué un homicidio planeado, la silenciaron.

-Deberias tener más cuidado a partir de ahora. Kuroba o cualquiera que esté detrás de todo ésto, seguramente ya conoce tu verdadero propósito.

Una llamada en mi teléfono interrumpe nuestra conversación y lo saco de mi bolso, pero al ver el nombre de Mikey en la pantalla lo silencio y lo guardo otra vez.

-Doy dos pasos y retrocedo diez más. Ya conocen mi dirección, no tengo duda de ello.

-¿No vas a contestarle? -pregunta un poco serio y me doy cuenta que alcanzó a leer el nombre en la pantalla -Después de que te bajaras sonó casi veinte veces.