𝐑 𝐀 𝐌 𝐄' || [Sanzu × Mikey × Oc] BONTEN

𝐗

๋࣭ ⭑⚝

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Xena

-¿De qué mierda hablas? Mikey es quien maneja todo ahí, debo tratar con él.

-¡JODER, NO! Debiste tratarlo conmigo antes de venir aquí -intento apartarme pero me lo impide apretando con mas fuerza mis hombros.

-Hablas como si tuviéramos algo. Tú y yo, hace años que estamos jodidos, así que suéltame.

Cuando intento empujarlo, mis manos se colocan en su pecho, pero apenas logran moverlo, su cuerpo es como una pared de piedra, sólido y firme. Aunque me siento pequeña junto a él, sé que no es capaz de hacerme daño o llegar a golpearme, aún existe una línea que él jamás cruzaría.
O al menos eso es lo que quiero pensar.

-¿Crees que puedes simplemente pasar página y olvidarte de mi?

Con una risa incrédula disfrazo las ganas de llorar, ya ni siquiera sé si siento rabia o tristeza por su cinismo.

-Claro que no Haruchiyo, no soy como tú -su mirada endureció evaluando cada palabra de mi boca, es evidente que no le gustó lo que dije -Yo nunca olvidé, solo aprendí a no vivir sin todos ustedes.

-Estás siendo peor que yo Xena. Actuando cómo una adolescente inmadura sin pensar en las consecuencias. ¿Es tu forma de venganza? Solo puedo entender que a éso regresaste y te inventaste toda esa mierda de encontrar a alguien.

Ahora yo me quedo en silencio por un momento, no sé que responder ante lo que acaba de decir. Estoy totalmente convencida de que quiero encontrar a Himiko, jamás inventé nada. No me acerqué a la organización en busca de venganza, eso no es lo mío.
Se lo dije a Mikey; quería ver a Haruchiyo y enfrentar cara a cara el pasado. Pero es algo que no voy a admitir frente a él.
Más aún porque odio el hecho de que me haga dudar de mi verdadero propósito con tan solo unas cuantas palabras, justo como lo está haciendo ahora.

-No es así...

Suspira profundamente y me de la espalda mirando el techo.

-Alejate de ésto Xena... Antes de que todo se te salga de control, regresa a América.

Se escucha preocupado pese a que mantiene todavía su semblante serio. Se queda quieto por unos segundos, como si quisiera decirme algo más; pero no lo hace.

Camina en dirección a la puerta sin mirarme, pero siento una necesidad imperiosa de detenerlo.

-¿Entraste hasta mi habitación de hotel solo para eso? -para de golpe al escuchar mi voz con su espalda aún vuelta hacia mi -¿Solo vienes a advertirme?

Un silencio pesado inunda la habitación, por más que lucho contra mis emociones, no puedo. La voz apenas y me sale, y creo qué se dió cuenta. Tenía una pizca de esperanza de que se atreviera a tocar el tema y hablarme con sinceridad.