Capitulo 36

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Hiruzen estaba haciendo el papeleo como de costumbre. El día anterior se había publicado la lista de finalistas del examen. Las invitaciones para los VIP se mandarían durante la próxima semana. Todo con lo que tenía que lidiar era el tres veces maldito papeleo diario. Aún no entendía cómo sus predecesores y su sucesor pudieron lidiar con ello sin dificultades.

El ligero sonido de la ventana abriéndose no lo desconcertó. Conocía muy bien a la persona que estaba a punto de entrar. Por más que le había pedido en el pasado que entrara por la puerta, nunca lo hizo. Había llegado a aceptarlo incluso si no le gustaba.

-Veo que ya estás de vuelta, Jiraiya - le dijo mientras se volteaba ligeramente para mirarlo.

-Sensei - saludó y entró con un ligero estremecimiento.

Levantó una ceja al ver que se le dificultaban algunos movimientos. Luego se encogió de hombros pensando que lo habían atrapado en las aguas termales y le habían dado una paliza de la cual aún no se había recuperado.

-¿Qué te trae por aquí? - le preguntó mientras preparaba su pipa y la encendía.

Estaba casi seguro que necesitaría la nicotina para sobrellevar la conversación que iban a tener a continuación.

-He venido a preguntar: ¿qué demonios estabas pensando cuando permitiste que ese gaki aprendiera esa técnica del infierno? - cuestionó molesto sin fin.

-¿Perdón? - no tenía idea de qué estaba hablando su antiguo alumno.

-No te hagas el inocente conmigo, sensei. Obviamente has tenido que ser tú quien le enseñara o le diera las instrucciones para hacer esa técnica - lo acusó.

El Sarutobi frunció el ceño. No le gustaba para nada que lo culparan de algo cuando no siquiera sabía exactamente de qué lo estaban acusando.

-Se claro, Jiraiya. ¿De quién estás hablando y a qué técnica te refieres? - exigió saber con su voz de mando.

-Hablo de Naruto y esa técnica del infierno de su clan. Malditos Uzumaki.

Parpadeó un par de veces completamente confundido. Luego algo en su mente hizo click.

-Oh. Te refieres a esa técnica. No sabía que Naruto kun la conocía - comentó tranquilamente y dió una calada a su pipa.

-¿Cómo puedes pararte ahí tan tranquilo con esta información? - preguntó incrédulo.

-Oh, por favor, Jiraiya. No es para tanto. Más allá de ser una técnica bastante vergonzosa para quien la sufre, no es dañina - desestimó con un movimiento desdeñoso de la mano.

-¿¡Qué no es dañina!? ¡Eso díselo a mi pobre trasero! - protestó casi en un grito.

El hokage parpadeó desconcertado por el arrebato del peliblanco. No tardó ni dos segundos en darse cuenta de lo que pasó y la razón por la que estaba tan molesto.

Debido a la risa que quería salir de su garganta, se atragantó con el humo y tosió varias veces. Aún así, se podía escuchar las débiles risas entre las toses.

-Sí, sí, ríete. ¡Ya me gustaría verte a ti en mi lugar! - se quejó aún a voz en grito.

-Jiraiya - tosió un par de veces más - ¿Qué hiciste para que Naruto kun usara esa técnica en ti? - interrogó.

-Nada - respondió inmediatamente.

El sandaime le mandó una clara mirada de que no se lo tragaba.

-Puede que estuviera observando a las chicas en los baños termales - admitió algo tímidamente - ¡Pero esa no es razón para que hiciera eso! - insistió.

-Jiraiya, recientemente Naruto kun ha encontrado una miembro de su clan, a la cual considera una prima. Probablemente ella estaba en ese lugar y no apreció que la estuvieras espiando - le informó severamente.

-Bueno, ¿y yo cómo iba a saberlo? - intentó defenderse.

-Jiraiya - le regañó con el ceño fruncido.

Entendía que el hombre era un super pervertido, como él mismo se denominaba. También le gustaban sus libros Icha Icha. Pero creía que esto era pasarse.

-Vale, vale. Puede que la culpa sea mía - el mayor le mandó una mirada plana - En fin, cambiando de tema, ¿qué tal le va al mocoso?, he oído que ahora es el heredero Senju. ¿Cómo pasó eso?

-Naruto kun tiene el mokuton. Sabes tan bien como yo que el único hombre que tuvo mokuton de forma natural antes de Naruto kun fue shodaime sama. No es muy difícil deducir que deben estar emparentados - explicó neutralmente.

-Pero, ¿cómo?, ni Minato ni Kushina estaban relacionados con él que supiéramos.

-Tú lo has dicho. Que supiéramos. Muy bien Kushina puede estar emparentada con shodaime sama gracias a las relaciones entre Senju y Uzumaki. O puede que lo haya heredado de Minato. Ambos sabemos que era huérfano y se desconoce exactamente quién era su familia.

-Bueno. Mierda. Ese mocoso está relacionado por sangre con tres de los cuatro hokages. Y tiene una relación sentimental familiar contigo. Eso hace cuatro de cuatro.

-En efecto. Naruto kun está destinado a la grandeza y no dudo que en el futuro se convierta en hokage. Tal vez el más grande de todos nosotros - dijo con sinceridad y una sonrisa cariñosa.

-¿Quién lo está entrenando? - preguntó con curiosidad el sannin.

-Kakashi es su jonin sensei. Tenzo también lo está entrenando, pero principalmente es su mokuton.

El sabio sapo asintió pensativo. Hiruzen vio su expresión y entrecerró los ojos.

-Jiraiya no. Ni siquiera te molestes.

-Oh, vamos, sensei. Ese chico es una mina de oro. ¿Quién mejor para enseñarle que yo?

-Jiraiya, ya te he dicho que no. Conozco a Naruto kun. Tu intervención no será apreciada.

-Oh, vamos.

-No es no. Naruto kun es el aprendiz de Kakashi y estudiante a tiempo parcial de Tenzo. Eso es todo. No te voy a poner como su sensei.

-Puedo enseñarle más que el joven Kakashi y lo sabes. Fui el sensei de su padre.

-También se supone que eres su padrino y no lo has visto desde que era un bebé.

-Tenía trabajo y lo sabes. La carretera no es un buen lugar para criar a un niño.

-Eso es una mierda - le gritó enfurecido - Has estado en la aldea muchas veces y nunca te has molestado en verlo. Ni siquiera le has escrito una mísera carta. En lo que se refiere a Naruto, tú no existes.

-Eso ha sido cruel, sensei - afirmó sombríamente - Y sabes que lo he revisado siempre que he podido. También le he dejado un par de regalos.

-Un par de regalos en casi 13 años. Que gran cosa - bufó y luego lo miró con intensidad - No voy a sacarte las castañas del fuego. Esta vez no. Si quieres tener algo con Naruto kun, tendrás que hablar y lograrlo por tu cuenta. Yo no voy a intervenir.

-Muy bien. No necesito tu ayuda. Estoy seguro de que el mocoso estará más que feliz de recibir entrenamiento de un sannin.

Sin más que decir, salió por la ventana en busca de su ahijado.

-Ay, Jiraiya. Si crees que todo va a ser tan fácil, estás muy equivocado. Si fuera el antiguo Naruto tendrías buenas posibilidades, pero no este. Me recuerda tanto a Tobirama sensei. Será una batalla cuesta arriba para ti. Tal vez esto te sirva de lección. Ya va siendo hora de que actúes acorde a tu edad y no como un adolescente hormonal.

Así, dejó de pensar en su antiguo alumno y volvió a su papeleo. Preocuparse por lo que iba a pasar no le haría ningún bien. Como le había dicho, él no intervendría. Dependería únicamente de sus esfuerzos y la mentalidad del rubio. Solo podía rezar para que todo saliera bien al final.

Dos Jutsus ProhibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora