Capitulo 37

154 21 0
                                    






Naruto se estiró un poco. Había terminado el entrenamiento de la mañana y tenía el cuerpo algo adolorido. Kakashi podía llegar a ser un conductor de esclavos cuando se lo proponía.

Una vez satisfecho, salió del campo de entrenamiento en dirección a Ichiraku. Había quedado con Karin allí para comer y luego visitar a Hinata. Tal vez fuera a una floristería antes para comprarle algunas flores. No quería presentarse en su habitación sin algún regalo. Era su deber como novio consentirla.

-Ey chico - una voz lo llamó.

Curioso, se giró en dirección al sonido. Rápidamente identificó al hombre y una expresión sombría apareció en su rostro. Era el maldito pervertido que había estado espiando las aguas termales el día anterior.

-¿Qué deseas? - preguntó bruscamente.

Ni siquiera se iba a tomar la molestia de fingir ser amable. Ese tipo no se lo merecía.

Al peliblanco le recorrió un escalofrío al escucharlo. Era el mismo tono que usaba Minato cuando estaba entre la delgada línea entre molesto y cabreado.

-Quiero hablar contigo - le dijo sin rodeas.

-¿Sobre qué? - le espetó con molestia - Si esperas que me disculpe por lo de ayer, lo llevas claro. Te lo merecías por...

-Sí, sí. No se trata de eso. Aunque me gustaría saber cómo aprendiste esa técnica.

-No es asunto tuyo. Y habla ahora antes de que me vaya. He quedado con mi prima para comer y no quiero hacerla esperar.

-Vaya, chico, no tienes que ser tan duro - el rubio le mandó una mirada fulminante - En fin, a lo que venía. Me gustaría tomarte como mi aprendiz. Deberías sentirte honrado de que...

-Paso. Tengo dos senseis maravillosos. No necesito a un viejo verde como tú.

En verdad tenía seis senseis. Siete si contaba a Izuna. Aunque este último actuaba más como profesor asistente de Madara.

-Chico, ¿es que no sabes quién soy? Soy el galante Jiraiya, uno de los tres sannin legendarios y sabio del monte Myoboku. Deberías sentirte honrado de que alguien como yo te quiera como aprendiz. Muchos matarían por una oportunidad así.

-Pues ve a buscar a uno de esos muchos porque yo no estoy interesado, y, francamente, estoy bastante decepcionado con lo que he visto de los sannin hasta ahora. Un traidor psicótico que va tras mi cuerpo y un sabio pervertido que espía en las aguas termales. Me gustaría creer que el último miembro del grupo es mejor, pero algo me dice que no lo es. Que tengas un buen día - la última frase no la dijo con sinceridad, pero sirvió como cierre y se dió la vuelta para irse.

-Un momento, ¿qué quisiste decir con que va tras tu cuerpo?, ¿Orochimaru ha ido por ti? - cuestionó horrorizado.

-Sí, fue. Me atacó cuando estaba en la segunda parte del examen chunin. Por suerte lo pudo engañar y salir de allí sin un sello maldito - le respondió sin darle importancia.

El ojinegro soltó un suspiro de alivio. No quería pensar en lo que hubiera pasado si su antiguo compañero de equipo hubiera logrado marcarlo. Parecía que tenía otra discusión pendiente con su sensei. Debería haberle avisado de que Orochimaru fue tras Naruto. Aunque era un poco obvio ahora que lo pensaba. Esa maldita serpiente siempre se sintió intrigada con el mokuton del shodaime.

Cuando iba a decirle algo más al ojiazul, se dió cuenta de que ya se había ido, probablemente en un shunshin aprovechando su falta de concentración.

Dos Jutsus ProhibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora