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Remy Lebeau estaba sentado en la cima de una pequeña montaña, el atardecer era muy hermoso. Alumbraba con su cálida luz rojiza, toda la costa. No dejaba de mirar un pequeño relicario que siempre llevaba consigo, no era uno pequeño como los normales, era un poco más grande.
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Sus ojos poco a poco se iban humedeciendo. Le dolía aún demasiado el hecho de haber perdido a su esposa. Su querida Bella Donna, otra mutante como él, la cual fue la primera mujer que amó y pensaba estar toda su vida con ella, uniéndose en matrimonio.
Pero la vida es injusta, dejándolo ahora a Gambito con el recuerdo de su fallecida esposa.
Volvió a mirar con más precisión el relicario, sin duda cada día la extrabaña aún más.
¿Remy? Amor. -escuchó una voz familiar, se acercaba a él-
¿Qué pasa mí Cher? -se limpió las lágrimas enseguida junto a esto guardando el relicario y poner una sonrisa en su rostro-
¿Por qué estás solo? Si hoy celebramos nuestro quinto mes de pareja. -habló TN-
Perdón, estaba un poco estresado por las misiones y aquí me sentí muy aliviado. -mintió para no hacer sentir mal a TN-
No te quedes solo, estás conmigo y te ayudaré a estar bien, amor mío. -TN se acercó a él y se recargo sobre su hombro-
Hace siete meses había conocido a TN por parte de un amigo, el cual le dijo que debía darse otra oportunidad en el amor. TN cuando conoció a Remy quedó flechada, mientras que él no estaba seguro de querer estar en una relación. Le agradabla TN pero tener un compromiso serio con ella no lo quería.
