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POV: TN
Iba caminando de regreso a mí casa, vivía en unas cuantas calles donde mis padres esperan a mi llegada y mis dos hermanos menores.
Trabajar y estudiar al mismo tiempo poco a poco me iba matando pero lo aguantaría con tal de salir adelante y que mis hermanos puedan estudiar sin preocupaciones y mis padres no se sobre exploten.
Hoy el día había estado tranquilo tanto en la escuela como en la cafetería, eran las 9:20 p.m. llegaría en otros 10 minutos más a mi casa.
Me relaje y mantuve mi energía positiva durante más tiempo, después de todo era un viernes por la noche y los fines de semana el trabajo en la cafetería era más pesado pero con ganancias buenas.
Cruzando la esquina con un callejón donde se reúnen los delincuentes me asegure de caminar rápido para no ser testigo de nada, mientras no me metiera con ellos, ellos no se meterán conmigo.
Pero alguien me hizo parar mi camino, de pronto un golpe muy fuerte me hizo brincar del susto y mirar hacia atrás de mí.
Era un hombre con un traje blanco, parecía que lo habían golpeado o aventado de un edificio debido a que estaba sangrando y tenia heridas en su cuerpo como su traje roto en algunas partes.
Lo quedé mirando y observando a mi alrededor si alguien también lo había visto o lo buscará. Lentamente me acerqué a él y me agache para mirarlo bien y después gritar.
¡Oigan! ¡Hay alguien aquí herido! ¡Ayuda! -grité con valor y con esperanza de que alguien apareciera para llevarlo a un lugar seguro-
Al esperar más tiempo y no obtener respuesta me pregunte si era mejor dejarlo ahí ya que la policía o ambulancia no pasan por esta zona debido a su fama, después de todo quizás está metido en problemas y por eso terminó así, pero por otro lado no podía dejar a un pobre hombre así a lo mejor era inocente y moriría si lo dejará ahí.
Así que sin más lo intente levantar con mis brazos y el hombre habló.
No lo hagas... No quiero morir. -susurro para después intentar reincorporarse-
Oye, amigo te llevaré al hospital ¿Está bien? -pase su brazo detrás de mi nuca para que fuera más fácil llevarlo-
No, no deben de verme ni reconocerme. Si no te mató. -me contestó de una forma moribunda-
Mierda, no quiero llegar a casa con un extraño así pero igual puede matarme de verdad, quisiera o no lo mejor era llevarlo.
