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Era la quinta vez que Jimin quitaba la mano de la puerta. Dio una vuelta en su lugar y suspiró, cuando estuvo por tocar, la puerta se abrió.

—Tardaste.

Aeri tenía una mirada distante, nada como la noche pasada, se veía agotada y algo temerosa de acercarse. Dejó pasar a Jimin al departamento y luego cerró.

El ambiente se sentía tenso desde antes de que entrara completamente. Aeri pasó de largo y se quedó de pie junto a MinJeong que estaba sentada con Yizhuo en el sofá.

Jimin se mordió el labio nerviosa, podía sentir el peso de las tres miradas en ella, como si de hacer un movimiento todo el caos estallaría.

Tomando su silencio como una duda del por qué estaba allí. Minjeong decidió hablar primero, directa—. Sabemos lo que sucedió con Aeri anoche, y lo que has estado haciendo estos días —el corazón de Jimin jura que se detuvo un segundo—. Seré directa y es algo que hemos estado discutiendo; necesitamos una respuesta ahora, no más tiempo, no más conflictos. Después de todo este largo tiempo, ¿quién de nosotras será tu alfa? ¿A quién elegirás?

La pregunta flotó en el aire, aumentando el ritmo cardíaco y la ansiedad que crecía dentro de Jimin. Estaba tratando de encontrar las palabras adecuadas para lo que estaba a punto de decir. Tanto Yizhuo como Minjeong y Aeri la miraban con evidente tensión, cada una con sus propios miedos e inseguridades reflejados en sus expresiones, ocultos, pero no lo suficiente.

—He estado pensando mucho en esto —comenzó, su voz un poco temblorosa, pero manteniéndose firme. Era ahora o nunca—. Qué debería hacer... o si debía elegir a una de ustedes.

Minjeong apretó los puños en su regazo, Aeri desvió la mirada por un segundo, y Ning soltó un pequeño suspiro, como si esperaran lo peor. Las tres estaban bien con la decisión que fuera a tomar Jimin, pero claro, las tres estaban enamoradas, en un mundo con leyendas antiguas de almas gemelas dictadas por la Luna, cada una creía firmemente que si todavía existiera algo así, sus lobos buscarían a Jimin.

Pero volviendo a la realidad que tenían y debían enfrentar, Jimin tendría que romper el corazón de dos de ellas. Era lo lógico y lo razonable, en sus mentes solo estaban deseando ser la elegida.

Después de unos segundos de tensión, Jimin continuó:— Al principio, tenía mucho miedo —sonrió débil—. Miedo de lo que significa estar con tres alfas. Miedo de cómo podría afectar mis ciclos, de lo que pensaría la gente... e incluso de lastimar a alguna de ustedes si elegía a una sola.

Aeri tragó saliva con dificultad, su pecho subiendo y bajando con una mezcla de expectativa y nerviosismo. Yizhuo y Minjeong permanecieron en silencio, cada una lidiando con sus propios pensamientos y miedos.

Todo sonaba lejano, como si escucharlo con claridad las haría romperse. Tratando de comprender la complejidad de lo que estaba diciendo Jimin.

—La verdad es que... no puedo elegir solo a una —Jimin confesó finalmente, dejando escapar un suspiro que llevaba retenido—. Lo intenté, de verdad. Incluso cuando las besaba, buscaba sentir si una de ustedes me hacía sentir más o tal vez diferente, como alguna señal para tomar mi decisión, pero no fue así. Mi amor por las tres es el mismo, así que... no puedo elegir a una. No me pueden pedir tomar esa decisión cuando mi propio instinto busca a las tres.

Las tres alfas la miraron con confusión visible, procesando sus palabras. Yizhuo fue la primera en reaccionar, su ceño fruncido suavizándose al escuchar la sinceridad en la voz de Jimin.

—¿Quieres estar con nosotras tres? ¿Entendí bien? — Preguntó con delicadeza, tratando de entender la magnitud de lo que Jimin estaba diciendo.

La omega asintió, con los ojos brillando por la emoción y la vulnerabilidad que sentía en ese momento.

Falling for Yoo || aespa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora