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Tuvo razón, su celo anterior con alfas fue una mierda, los supresores casi no la ayudaron. Su médico dijo en pocas palabras que fue su culpa. Jimin lo aceptó, incluso las chicas se lo habían advertido, pero no creyó que fuera tan malo.

Sus manos temblaron viendo el mensaje que mandó al grupo que tiene con sus alfas.

"Necesito ayuda. Estoy en el baño del edificio E, por favor."

Dejó el teléfono a un lado y suspiró entrecortada, sosteniendo su vientre con su mano, la mueca de dolor en su rostro transmitía los dolorosos cólicos que estaba sintiendo. Los supresores no funcionaron esta mañana.

Estaba temiendo que algún alfa olfateara sus feromonas que probablemente inundaron todo el baño. Aunque era un edificio poco ocupado, el terror estaba presente.

No debió ir a la universidad hoy, estaba demasiado adolorida y sensible desde ayer en la noche, pero persistió.
Su ciclo de celo se desordenó debido a la presencia de, no solo una alfa, si no tres, y sin ningún apareamiento. Era su segundo celo con alfas. 

Las lágrimas amenazaron con brotar, dejando salir un quejido. Salir ahora sería peligroso, por mucho que los alfas se contengan, no puede asegurar que alguno olvide su inhibición y se tire por ella. Comenzó a sollozar, abrazando sus rodillas en el suelo del cubículo del baño.

Y escuchó la puerta abrirse bruscamente. Un pequeño gruñido probablemente su olor golpeó al alfa que entró, estaba temblando hasta que escuchó esa distintiva voz.

—¡¿Unnie?!

Era NingNing. Ni siquiera se había fijado en que ella le había estado marcando desde hace varios minutos. Golpeó con su puño la puerta.

—¡¿NingNing?! —Los pasos de su alfa se detuvieron y luego caminó rápido hasta estar frente al cubículo.

—¿E-es tu celo? —Preguntó, aunque era obvio, probablemente estaba aturdida y nerviosa.

—¿P-puedes llevarme fuera? Necesito salir de aquí.

Ning miró hacia la puerta del cubículo un momento, la duda en su voz—. Unnie, ¿no necesitas un poco de ayuda primero?

El rostro de Jimin se sintió todavía más ardiente. ¿Ning estaba sugiriendo lo que cree?

—¿De qué hablas...?

Preguntó con cautela. Ignorando el dolor punzante en su vientre.

La mano de su alfa pasó por debajo del cubículo, vio una pequeña bolsa pasar hasta tocar el costado de sus pies.

—No puedes salir así, y supuse que era tu celo porque habías estado demasiado sensible estos días— a pesar del tono suave, estaba luchando por no abrir esa puerta a la fuerza y hundirse en la glándula odorífera de Jimin y tal vez en algo más. No era correcto.

Jimin sorbió su nariz, mirando las pastillas y una bebida vitaminada. Ambas eran conscientes de que solo iba a funcionar un par de minutos y estaban postergando lo inevitable, pero tampoco sería lógico salir así sin más.

Ning esperó paciente sentada en el lavabo del baño, ahuyentando a cualquier con su fuerte olor a césped, encubriendo el suave aroma de fruta del dragón de su omega.

Las chicas agradecieron que Ning estuviera cerca, apenas iban para allá, pero las detuvo diciendo que se vieran todas en el departamento. Sabía que Jimin iba a enojarse si venían todas y llamaban la atención innecesariamente.

Se quedó en silencio esperando paciente, con piernas abiertas, balanceado sus pies mientras veía vídeos divertidos en Instagram.

Finalmente la puerta del baño se abrió, Jimin tambaleó un poco hasta ver a su alfa y antes de que se levantara se tiró encima de ella. Olfateando su glándula odorífera.

Yizhuo se tensó, tirando su teléfono al suelo—. Unnie, ¿qué estás...? —Sintió las manos de Jimin subir por sus muslos, aspirando más directamente sus feromonas.

Dejó salir un pequeño gruñido antes de empujar por ambos hombros a Jimin. Su mirada era de pánico mientras sacudía a la omega—. Unnie, no. Esto no. Aquí no.

Parpadeó una vez antes de mirar abajo avergonzada—. P-perdón, solo quería calmarme un poco y tu olor es agradable. Me gusta... —aspiró nuevamente, cerrando sus ojos un momento y sonriéndole a su alfa avergonzada. Acarició su mejilla antes de darle un beso en los labios— vamos, creo que puedo soportarlo.

Yizhuo sonrió, saltando del lavabo hasta el suelo, tomando del piso dos cascos junto a su teléfono con probablemente la pantalla rota. Ajustó su chaqueta de cuero y salió junto a Jimin, dejando salir sus feromonas para evitar miradas indeseadas en su omega.
A Jimin le gustaba abrazarla mientras iban en su motocicleta.

No se sorprendieron al llegar al departamento y ver las miradas serias de Aeri y Minjeong paradas frente al sofá, probablemente estaban discutiendo, pero no dijeron nada de su conversación. Cuando Jimin se sentó en el sofá, los efectos del medicamento comenzaron a desaparecer, una gota de sudor pasó desde su sien hasta deslizarse por su largo cuello.

Ning aprovechó la distracción de las alfas en Jimin y se apresuró a sentarse a su lado, poniendo su nariz directamente debajo de su cuero cabelludo. Estaba demasiado pegada y tenía a Jimin jadeando en voz baja ante el contacto.

Uchinaga miró eso, tenía que preguntar ahora, Jimin tenía que decirles quien la iba a ayudar.

—Jimin-ah, creo que es momento de- ¡Minjeong, cálmate! —Se apresuró a sostener a la alfa de su cintura, luchando contra ella. No sabe en qué momento Minjeong se alteró de nuevo.

—¡Aléjate de mi omega, Ning Yizhuo! —Gruñó molesta, tratando de tirarse encima de Yizhuo, quien sonrió con burla, besando el cuello de Jimin— ¡Tú, suéltame, maldita sea! ¡Se está burlando de nosotras! ¡Mocosa de mierda!

Uchinaga sorprendentemente parecía ser ahora la única razonable, estaba un poco agotada de su semana de proyectos. Aunque también quería darle un puñetazo a Ning por su travesura, pero no lo hizo. Ese barco del temperamento tranquilo de Minjeong ya había zarpado desde que supo que Yizhuo estuvo a solas mucho tiempo con Jimin, por eso tenía una mirada tan seria, ya había discutido con Aeri, no fue nada tranquilo.

Incluso Uchinaga admitió estar demasiado sorprendida por su desesperación, siendo ella la más "tranquila", era un poco obvio que al contenerse tanto le terminaría afectando. En este momento era la menos estable.

—N-necesito... —las tres miraron fijamente a Jimin. Quien alejó suavemente a su pequeña alfa, antes de tratar de aclarse, su razonamiento estaba casi inexistente. Los aromas fuertes de sus alfas la estaban volviendo loca en todo sentido, juntando sus piernas para frotarse, estaba segura de que su jean estaba mojado a este punto— ya no puedo, necesito pasar mi celo con una de ustedes.

La tensión creció, MinJeong dejó de forcejear, Aeri tenía sus ojos parcialmente abiertos y Ning solo la miró fijamente en el sofá.

Hubo una mirada de entendimiento entre las tres: iban a respetar la decisión. Sin debatir.

Era momento de la decisión más importante para las alfas, ¿con quién iba a pasar su celo Jimin?

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Y aquí me detengo, hasta octubre.

Gracias por leer 🤝

Falling for Yoo || aespa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora