Falling for Yoo || aespa G!P

08

Después de aclarar la situación, las semanas transcurrieron con tranquilidad. En contraste a lo que Jimin creyó, las chicas seguían llevándose bien entre ellas, como si nada hubiera cambiado.

Aunque a veces cuando se estaba besando con alguna notaba a las otras dos algo íntimas. Claro, Jimin no sabía que sus feromonas parecían aturdir los sentidos de sus alfas, poniéndolas muy necesitadas de contacto físico, ya sea hacia su omega, o en ese caso hacia otra alfa.

Esta noche pasó todo el día con sus alfas, era fin libre y las tres querían acurrucarse con la omega casi todo el tiempo.

—Quédate esta noche, unnie.

Jimin miró la hora: casi la 1:00 a.m. Sabía que Ryujin probablemente ya estaba durmiendo y que abrir la puerta haría mucho ruido, no quería problemas con su compañera. Volvió su mirada a Yizhuo, su pequeña alfa, quien la observaba con ojos de cachorro, mientras las otras dos alfas también mantenían sus ojos en ella. Claramente, las tres querían lo mismo.

—No lo sé... —murmuró Jimin, dudosa.

Habían sido extremadamente cariñosas con ella todo el día, y no entendía exactamente el porqué de esa atención tan intensa. Algo en el fondo de su mente trataba de recordarle que eso ya había sucedido antes, pero simplemente no lo sobrepensó.

Aceptó con una tímida sonrisa.
Sus alfas le dieron una habitación solo para ella, era la habitación donde solían pasar sus ciclos Aeri y Yizhuo, ambas compartían habitación porque Ning solía tener pesadillas y Minjeong apreciaba su privacidad como para compartir con ella, aunque cuando Aeri iba a congresos o eventos fuera por unos días, ella dormía con Yizhuo.

Las tres le aseguraron varias veces que no había sido usada desde hace tiempo, lo que solo trajo miradas confusas de Jimin. Pero de todos modos accedió.

Más tarde, ya profundamente dormida, Jimin comenzó a moverse inquieta en la cama, soltando pequeños jadeos incómodos. Sin saberlo, sus feromonas se habían esparcido por toda la habitación, impregnando el aire y filtrándose sutilmente por el departamento.

Minjeong se despertó algo agitada y sintiendo esa parte de ella adolorida, cuando sintió el aroma de Jimin comprendió el por qué.
Se levantó de la cama mirando en el pasillo si Jimin no había despertado a las otras dos alfas y se coló a su habitación.

Su intención era preguntar si estaba comenzando su celo, pero al acercarse y sentir la embriagante fragancia más de cerca, su mente se nubló. Cerró la puerta detrás de ella, y sin pensarlo demasiado, caminó hacia la cama, donde Jimin yacía dormida de lado.

Se acostó detrás de Jimin, siendo atraída por sus feromonas y su calidez. Pasando su brazo suavemente por delante del estómago de su omega.

Pronto, Jimin sintió esa calidez familiar, abriendo los ojos algo aturdida—. ¿Jeongie?

Minjeong no respondió, solo enterró más su nariz en el cuello de Jimin, apretando su brazo alrededor de su abdomen. Jimin trató de apartarla suavemente, pero Minjeong la mantuvo cerca.

—Bonita, ¿estás en celo? —murmuró con su voz ronca de lo usual.

La pregunta despertó un poco a Jimin, quien ni siquiera recordaba ese detalle importante. Intentó nuevamente levantarse de la cama, pero el brazo de Minjeong seguía aferrado a ella.

Jimin sintió su corazón acelerarse ante la cercanía de su alfa. Soltó una pregunta algo ansiosa por la situación—. ¿Qué haces?

—¿Puedo abrazarte? —Susurró Minjeong, asomando su cara por encima del hombro de Jimin—. Estás tan suave... quiero estar aquí.