El aroma de Jimin se filtró en todo el departamento y a pesar de la distancia entre habitaciones, sus gemidos llegaban hasta los oídos de Yizhuo y Aeri en la sala. Ambas se mantuvieron rígidas en el sofá, intentaban mantenerse tranquilas, pero el ambiente estaba cargado con las feromonas dulces y tentadoras de Jimin. Cada segundo que pasaba, el aroma a fruta del dragón se hacía más intenso, envolviendo a las dos alfas que, aunque trataban de mantenerse serenas, sentían cómo sus cuerpos respondían de manera involuntaria a la presencia abrumadora del calor de Jimin.
Primero fue Ning quien dejó escapar una pequeña risa nerviosa, su mirada algo nublada mientras intentaba bromear para aliviar la tensión, sintiendo la incomodidad en su ropa interior.
—Bueno... parece que MinJeong está pasándola bastante bien ahí dentro.
Aeri, normalmente la más controlada, no pudo evitar reír ante el comentario. Pero su risa fue más tensa que relajada, el autocontrol que tanto se enorgullecía de tener comenzaba a tambalearse. Las feromonas de Jimin no solo las hacían sentir borrachas, sino que comenzaban a desatar sus propios deseos, muy por debajo de esas fachadas relajadas que tanto aparentaban tener. Era como si el aire estuviera impregnado de algo embriagador, algo que hacía que todo lo demás fuera difuso excepto el calor que sentían en su piel, tan dentro de ellas.
—Sí... parece que sí —respondió por fin. Su voz más baja, mientras sus ojos se deslizaban hacia Yizhuo.
La alfa menor se estiró en el sofá, su cuerpo relajado por el ambiente lleno de feromonas tanto suyas como de Jimin, y muy por debajo, las propias de Aeri. Sin pensarlo mucho, se inclinó hacia Aeri, con una sonrisa en los labios.
—¿Sabes? Es una pena que no nos haya elegido a nosotras... pero supongo que podemos encontrar una forma de pasar el tiempo, ¿no?
Aeri arqueó una ceja, pero no se apartó. Ning, con su naturaleza despreocupada, siempre había sabido cómo jugar con la situación, pero esta vez había algo más en sus comentarios. El deseo latente que compartían por Jimin, combinado con las feromonas que las envolvían, hacía que las barreras entre ellas comenzaran a desmoronarse, algo como los límites entre alfas.
—Ningning, no empieces —Aeri finalmente respondió ante su comentario. Pero su voz no tenía la firmeza que normalmente debería tener ante la situación.
Pero la pequeña alfa ya estaba más cerca, y cuando el aroma de Jimin las golpeó de nuevo con fuerza, Aeri se encontró cediendo a la tentación, su mirada subiendo de los labios de Ning hasta sus ojos. La alfa menor se inclinó un poco más, rozando sus labios contra los de Aeri en un gesto suave y provocador.
—¿Qué? Solo estoy diciendo que podemos divertirnos también... —besó suavemente la comisura de sus labios— puedo hacerte sentir bien y lo sabes, Aeri unnie.
Aeri sintió un escalofrío recorrer su columna ante las palabras firmes de Yizhuo. No había burla, Ning estaba hablando tan enserio que le aterró un poco.
—Sé que lo deseas, ¿o vamos a fingir que no te gusta sentirme dentro de ti? Mi semen desbordado de tu pequeño y húmedo agujero...
Las manos de Yizhuo subieron por debajo de la camiseta de Aeri, raspando con sus uñas su piel, pasando sus dedos por sus abdominales marcados.
—Mierda, Ning... —gruñó. Su lado alfa estaba allí, todavía luchando, pero el aroma del celo de Jimin y sus gemidos de fondo no ayudaban— s-solo hazlo.
Apenas dijo eso, soltó un jadeo cuando Ning finalmente cerró la distancia entre ellas. El beso fue suave al principio, probando sus labios, pero en cuanto Aeri respondió, el beso se volvió más intenso, más hambriento. Yizhuo, como siempre, era juguetona, moviéndose con destreza mientras sus labios exploraban los de Aeri.

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Falling for Yoo || aespa G!P
FanfictionTres alfas, una omega. Están destinadas al desastre. Yoo Jimin es una omega con un carácter fuerte forjado a través de las bromas mal intencionadas y la manera en que los alfas la miran como un trofeo. Tiene la fortuna o desgracia de tener a 3 alfas...