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Advertencia: sexo.

Cuando la puerta se cerró, el ambiente se sintió diferente. Jimin estaba algo tímida mirando la amplia habitación de su alfa, había orden y los tonos oscuros y monocromáticos de la habitación delataban la personalidad de su alfa.

El propio aroma de su alfa se sentía por toda la habitación. Por supuesto, es muy territorial, a un punto en que a veces incluso las otras dos alfas huelen a ella, muy superficialmente, pero no lo notan o fingen no hacerlo.
El sonido de tela cayendo al suelo la puso tensa, no se quiso girar de inmediato. Estaba nerviosa y al mismo tiempo ansiosa por lo que vendría ahora, sus otras dos alfas parecieron tristes cuando tomó la decisión, pero le sonrieron asegurando que estaban bien.

Jimin escuchó los pasos pesados de su alfa en la habitación, un cajón abrirse o intentar hacerlo hasta que un ruido grotesco se escuchó.
Detesta a los alfas y sus formas agresivas de ser, pero algo en la desesperación de la suya le encanta, o solo está muy caliente.

—Jimin —Su voz estaba ronca y firme. Jimin se giró para verla al fin, a pocos centímetros de ella, no tenía nada cubriendo su pecho y la miraba con un deseo indescriptible y atrayente.

Tomó por detrás del cabello de su omega y unió sus labios en un beso cargado de deseo y amor.
Se notaba la posesividad en ese beso y el deseo yaciente, Jimin no pudo ocultar los gemidos que soltó entre besos. La lengua de su alfa reclamando su boca como suya, apenas podía pensar en algo coherente.

Cuando se separaron, no tuvo tiempo de procesarlo cuando su alfa usó su voz de mando.

—De rodillas, omega.

Jimin cayó sobre sus rodillas mirando a su alfa. No sabe exactamente por qué obedeció sin rechistar, pero la sonrisa satisfactoria de su alfa la hizo feliz, quería complacerla.

Su alfa pasó suavemente su pulgar por encima de los labios de Jimin, sonrió, sus ojos clavados en su omega.

—Nunca has tocado una polla real, ¿verdad? —Jimin tragó, pero negó, sin apartar la vista— No debería decir esto, pero tal vez deberías haber elegido a Ning.

Jimin frunció su ceño, ¿por qué?
Bajó su vista hacia el pantalón de vestir de Minjeong.

Oh, tal vez ahora sabía el por qué.

Kim notó la mirada de su omega en cierta parte y sonrió—. No debería, pero soñé algunas veces que tú, bueno... me la chupabas. No creo que puedas hacerlo aho-

—Quiero hacerlo, alfa.

Ambas se quedaron en silencio mirándose, Kim soltó un suspiro fuerte, apretando su mano en un puño. Jimin podía ver lo mucho que su alfa se estaba conteniendo, pero algo en que no lo hiciera le estaba llamando, sus feromonas eran un lío. Lo poco que quedaba del supresor estaba desvaneciendose o tal vez ya no estaba funcionando desde antes de que entraran.

—Jiminnie, no soy muy suave y-

—Dije que quiero hacerlo, alfa.

Cualquier rastro de inhibición o duda en Minjeong se esfumó con el viento. Dejó de apretar su puño y miró con ojos oscuros a Jimin, ya no tenía por qué contenerse.

—Bien, tal vez deberías empezar con esto —sus delgadas manos dieron con su cinturón y comenzó a quitárselo, tirándolo aleatoriamente en la habitación. Retiró su pantalón dejándolo caer hasta sus tobillos, su miembro estaba marcado en su ropa interior—. ¿Quieres tocarlo, Jimminie?

Vio a Jimin parpadear y mirarla insegura, pero su mano subió lentamente, cuando tocó con sus dedos el largo, MinJeong apartó su mano.
La acción atrajo desconcierto de parte de su omega, ¿qué había hecho?

Falling for Yoo || aespa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora