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¿Alguna vez te has encontrado en medio de esa abrumadora tormenta de sentimientos al darte cuenta de que estás solo en el mundo? Esa sensación de vacío, cuando no hay nadie a tu lado y no tienes ni siquiera un refugio al que llamar hogar.

Sin embargo, en medio de la oscuridad, surge una luz que ilumina el alma. Una sensación de alivio y gratitud que te inunda cuando las cosas empiezan a mejorar, haciendo que cada pequeño detalle cobre un valor incalculable.

—Vámonos, precioso —susurró Mingyu, su voz cargada de cariño mientras sus labios rozaban los de Wonwoo con ternura, como si quisiera transmitirle todo su amor en un solo beso. Con delicadeza, se apartó para depositar un beso reconfortante en la frente del rubio.

Tomando la mano de Wonwoo con gentileza, Mingyu entrelazó sus dedos con los suyos, sintiendo la aceleración del pulso de su amado.

—¡Espera! —la voz de Wonwoo tembló ligeramente mientras limpiaba las lágrimas que aún resbalaban por sus mejillas. Se detuvo un momento para recoger la bolsa que había caído al suelo, aferrándose a ella como si fuera su única posesión. Luego, volvió hacia Mingyu y se fundió en un abrazo desesperado, como si quisiera grabar cada instante en su memoria para siempre. Después de unos minutos que parecieron una eternidad, Mingyu volvió a tomar su mano con suavidad, entrelazando sus dedos con los de Wonwoo, y juntos abandonaron el aeropuerto, encaminándose hacia el hogar que compartirían en adelante en la casa de los Kim.

•••

—¿Me dejarás quedarme? —Wonwoo preguntó nervioso en cuanto Mingyu estacionó enfrente de su casa, ambos se bajaron y Mingyu bajó las maletas de Wonwoo para caminar hacia él, el rubio estaba nervioso.

—No te dejaré solo —acarició la mejilla del menor— Más bien... —sonrió— no te dejaremos solo —con su pulgar desapareció las lágrimas que se habían escapado de los ojos de Wonwoo.

—Te amo Mingyu—el rubio se colgó del cuerpo del azabache y escondió su rostro en su pecho.

—Te amo Won —susurró el azabache en el oído del rubio.

Mingyu acomodó las maletas de Wonwoo en el living y en solo dos segundos ya estaba abrazando al rubio.

—¿Jiheon y Donghyun? ¿Dónde están? —le preguntó Wonwoo rodeando su cuello con sus brazos.

—Me detestan.

—Eso es imposible —Wonwoo paseó su mano por el cabello de Mingyu.

—No, no lo es, Jiheon está resentida conmigo y Donghyun la apoya —el azabache ocultó su rostro en el cuello de Wonwoo donde comenzó a dar pequeños besos.

—¿Y por qué esta resentida? —algo le decía que él era responsable.

—Le grité —sacó su rostro y miró hacia abajo— Pero seguro se pondrán muy felices cuando te vean.

—Ven —le dijo el rubio tirándolo del brazo para caminar hacia la sala.

—¡No! —gritó el azabache, pero Wonwoo ya había entrado y había visto la mesa central hecha pedazos, el rubio se giró hacia él con los ojos abiertos.

—Si me ponía a recogerlo, no hubiera llegado a tiempo al aeropuerto —subió los hombros restándole importancia.

—¡Eres un tonto! —Wonwoo lo golpeó— ¡Te pudiste haber lastimado! —Mingyu soltó una carcajada, Wonwoo no le encontró la gracia. La sala estaba llena de vidrios.

—Tengo que levantarlo, los niños se pueden lastimar. —Wonwoo lo soltó.

—¡Hey! —Mingyu lo tomó de la cintura —Tenemos que limpiar más aparte de eso— señaló la mesa que estaba partida a la mitad— pero solo tenemos tres horas para nosotros solos y las quiero aprovechar.

A Wonwoo le dió escalofríos.

—¿Que no es lo único que rompiste? —Wonwoo preguntó sorprendido tratando de no caer ante la insinuación de Mingyu.

Mingyu lo abrazó por la cintura y comenzó a dar leves mordidas al cuello del rubio.

—¡Kim Mingyu! —el rubio soltó un quejido— ¿Qué hiciste?

—Mi cuarto... también está hecho un desastre.

—Min.

Mingyu se separó de Wonwoo y lo miró directo a los ojos— Won.. — suspiró acariciando el brazo del rubio de arriba abajo— no me vuelvas a lastimar así.

Wonwoo sintió una horrible punzada en su pecho— Jamás me lo perdonaré Min —el rubio comenzó a llorar, sintiéndose la peor persona de nuevo, tomó el rostro del azabache y lo miró a los ojos— Eres lo más valioso que tengo y no te quiero perder —hipo— nunca.

—Ya —Mingyu limpió las lágrimas del rubio— A partir de hoy queda todo olvidado —le dió un largo beso para calmar a Wonwoo — Vamos —el azabache regresó por las maletas y subieron las escaleras.

Llegaron al piso de arriba mientras Mingyu lo guiaba hacia su antigua habitación. Entraron y dejaron las maletas en el piso, el azabache rodeó por la espalda con sus brazos el cuerpo de Wonwoo, el rubio se giró sobre sus talones para poder verlo de frente, le iba a dar un beso cuando el celular del azabache sonó.

Mingyu cerró los ojos molesto y Wonwoo soltó una carcajada.

—No le encuentro la gracia —el azabache rodó los ojos sacando su celular.

—Por eso mismo te digo "Am" —Wonwoo hundió su rostro en el cuello de Mingyu y lo mordió suavemente, el moreno aprisionó su propio labio inferior y lo mordió, a Wonwoo le encantaba que hiciera eso.

El teléfono dejo de sonar y una picara sonrisa apareció en el rostro de Mingyu, mientras que Wonwoo continuaba jugando en su cuello. Mingyu cerró los ojos disfrutando de sus besos y caricias.

Una vez más el celular de Mingyu comenzó a sonar, esta vez bufó molesto.

—Responde —Wonwoo le dijo riendo mientras se daba la vuelta para comenzar a acomodar sus cosas.

—Esto no se queda así ¿estamos? —lo señaló.

—Claro que no se quedara así —el rubio le sonrió mientras subía una de sus maletas a la cama.

—¿Bueno? —Mingyu respondió de mala gana— ¿Para qué? —silencio— ¡Mierda! lo olvidé —dijo frotando sus ojos— Si, si ya —dijo con fastidio— En cinco minutos estoy ahí —colgó y el aparato regreso a su bolsillo— Me tengo que ir a la tienda, ¿Vienes conmigo?

—Creo que me quedaré a limpiar el desorden de abajo —Wonwoo se acercó al azabache— ¿Está bien? —Mingyu asintió.

—Nos vemos más tarde —Mingyu unió sus labios— Te amo — susurró sobre estos y salió corriendo sin siquiera dejar contestar al rubio.

Mingyu salió con prisa mientras que Wonwoo lo miraba con cariño, estaba agradecido de que nuevamente estaba con el amor de su vida, esta vez haría las cosas bien.

me, myself and i | MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora