me, myself and i | Meanie

11

El rubio llegó al auto, dejó la chaqueta de Mingyu en el techo y se recargó en la puerta ya que no le había quitado las llaves a su novio y el carro tenía seguro.

—¿Won? —el rubio se voltea al escuchar su nombre.

Era Seungcheol.

—Hey —contestó sin darle importancia y regreso su mirada hacia la puerta de la casa. Como si mirarla fijamente hiciera que Mingyu apareciera.

—¿Qué haces afuera? —buscó entre las llaves el control de la alarma de su auto y lo presionó, seguido de eso el auto chillo dos veces.

—Ya nos vamos —habló en plural haciéndole entender que Mingyu estaba con él.

—¿Tan temprano? —miró el reloj en su muñeca.

—Si —Wonwoo hizo una mueca— Estoy algo cansado.

—Que lastima —subió los hombros— Nos vemos lue... —su teléfono comenzó a sonar, le sonrió al rubio antes de darse la vuelta para responder.

Ya habían pasado más de cinco minutos y Mingyu no llegaba, tomó la chaqueta y la colgó en su brazo, entraría a buscarlo, tal vez se había perdido la casa de Seokmin era lo bastante grande como para hacerlo.

Subió las escaleras para ir hacia el baño, llego a este y miro hacia arriba la luz estaba apagada, señal de que estaba desocupado.

Abrió la puerta y encendió la luz, al hacerlo se encontró con un pareja en una situación para nada cómoda, rápidamente Wonwoo bajó la cabeza en modo de disculpa.

—Lo siento, lo siento —Wonwoo repitió y cubrió sus ojos, finalmente reaccionó, su cerebro procesó las imágenes que había visto, deseó no haberlo hecho, deseó no darse cuenta, pero ya era muy tarde.

Cerró los ojos con todas sus fuerzas, rogando abrirlos y encontrarse con un baño vacío, o encontrarse a Yoon Jeonghan sobre otro chico que no fuera su novio.

De nada sirvió.

Jeonghan miró a Wonwoo con una sonrisa burlona, como si disfrutara de su dolor.

—Vaya, parece que has encontrado algo que no deberías haber visto —dijo con un tono sarcástico, sus palabras cortantes como cuchillas—. Lo siento, ¿ok? No fue mi intención que te enteraras —agregó con una risa mordaz, sus ojos brillando con malicia mientras se deleitaba en la angustia de Wonwoo.

—Cariño, yo... —Mingyu intentó hablar, pero las palabras se atascaron cuando vió al rubio cerrar la puerta de golpe.

Wonwoo sintió un nudo en el estómago, como si una mano invisible lo estrujara con fuerza. El aire le faltaba y su corazón latía con fuerza en su pecho mientras procesaba lo que acababa de presenciar.

—¿Won? ¿Estás bien? —Seungcheol lo llamó desde abajo, su voz sonaba lejana a Wonwoo.

—No... —Wonwoo respondió con voz entrecortada, luchando por contener las lágrimas que amenazaban con desbordarse— No estoy bien —Sus manos temblaban y su mente se llenaba de preguntas sin respuesta.

—Won, ¿qué te sucede? —Seungcheol vió sus lágrimas.

—Nada —intentó liberarse de sus brazos, pero él moreno no lo dejo.

—¿Puedo ayudarte en algo?

—No —Seungcheol lo soltó— Espera... si puedes

—¿Me vas a contar que te pasa? —preguntó Seungcheol abriéndole la puerta del auto.

—No Seungcheol —soltó un suspiro y subió al auto— ¡Solo vámonos ya por favor!

—Como tú digas —sonrió y rápidamente rodeo el auto para subir del lado del piloto