me, myself and i | Meanie

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―¿Listo? ―Mingyu preguntó con sarcasmo.

―Así es ―Wonwoo dijo orgulloso

―No lo creo ―Mingyu puso los ojos en blanco para luego regresarlos a la guía.

―Es que tú no entiendes, te lo demuestro constantemente ―Wonwoo quitó las hojas del sillón y las puso en la mesa de centro― Y soy tan pero tan listo ―Alargó― Que me he dado cuenta de algo...

―¿De qué? ―Preguntó el azabache divertido

―De que te encanto ―Poniéndose de rodillas, Wonwoo comenzó a avanzar la corta distancia que había entre ellos― De que te vuelvo loco ―El rostro de Mingyu no demostraba ningún gesto o emoción, no había sonrisa, no había mueca, no había nada―. De que muy dentro de esa rudeza que demuestras, hay sentimientos

―¿Ah sí? ―Preguntó con mofa― ¿Qué te hace pensar eso?

―¿Qué me hace pensar eso? ―Wonwoo sonrío, se acercó más al azabache y lo tomo de los hombros― Tú ―Se sentó en las piernas de Mingyu poniendo las suyas a sus costados, el azabache no quiso caer así que rápidamente saco sus manos que estaban guardadas en su chaqueta y las puso sobre la cintura del rubio para poder quitárselo de encima, pero ante un movimiento que hizo quedaron recostados en el sillón, o más bien, Mingyu quedo recostado sobre Wonwoo― Tus reacciones, me hacen pensar eso ―pasó sus brazos por el cuello del azabache, evitando que se alejara― Te gusto Mingyu ―Se atrevió a asegurar.

La mirada de Mingyu iba de los labios de Wonwoo hacia sus ojos, eran escasos los centímetros que los separaban, con su brazo izquierdo el azabache sostenía a Wonwoo, levantó su mano derecha y la acercó a su rostro, con una suma delicadeza corrió un mechón de cabello que estaba sobre la frente del rubio acomodándolo detrás de su oreja. Mingyu colocó su mano en el cuello del contrario y lentamente acorto la distancia entre ellos uniendo sus labios de la manera más perfecta posible.

Por primera vez el azabache lo besaba de una manera tierna, sus labios se rozaban tan dulcemente con los de Wonwoo, era completamente increíble, era tan diferente a los besos anteriores, todos habían sido fantásticos y claramente este no había sido la excepción. Mingyu comenzó a subir un poco la intensidad bajando al cuello del menor, por reflejo, los ojos de Wonwoo se cerraron, disfrutando del placer que el azabache se encargaba de producir en él, este se retorció al sentir la húmeda lengua rozar su piel, produciendo cosas inexplicables en su interior, algo que jamás había sentido, y para ser sincero le encantaba.

―¿Así que crees que me gustas? ―Preguntó Mingyu. Su mano derecha, la que anteriormente se encontraba en el cuello de Wonwoo, bajó hasta su pierna en la cual comenzó a brindar tortuosas caricias. Wonwoo no pudo evitar soltar un bajito ¡sííí!― Que estos encuentros ― chupó el cuello del rubio haciéndolo soltar un gemido―. Son porque estoy enamorado

―Yo nunca dije eso ―Contestó Wonwoo atontado al sentir la mano del azabache subir por su trasero― Pero ahora que lo dices ―Mordió el piercing del azabache de manera provocativa― Puede que si lo estés. ―Mingyu simplemente soltó una fuerte carcajada y ronroneó sobre el cuello de Wonwoo.

―Creo que te equivocas ―Mingyu fue dejando un camino de besos pasando por el cuello y mejillas de Wonwoo― Puede ser que... ―Susurró en su oido― Puede ser que solo quiera acostarme contigo y adiós ―Comenzó a juguetear con el lóbulo de su oreja.

Esta vez fue Wonwoo el que soltó una carcajada.

―Puede que entre más te rechace más me deseas tu a mí ―Wonwoo se estremeció. Se suponía que Mingyu no debía jugar con él― Pero no, en realidad te detesto ―sintió como las manos del azabache se dirigían a su clavícula y con esta comenzaba a dibujar figuras abstractas e invisibles con las yemas de sus dedos.