-No puede ser...-susurró Emilia, clavando la vista en un banco específico de la plaza.
Cruzó la calle sin prestar atención a su alrededor, completamente concentrada en ese banco. El sonido de un frenazo la devolvió bruscamente a la realidad. Un auto negro, uno de esos de alta gama que solo aparecen en sueños, había frenado a escasos centímetros de ella.
-¿¡Qué hacés, estúpida!? ¡No ves que está en verde! -gritó un hombre, bajándose del coche visiblemente enfadado.
Emilia parpadeó, sacudida por la adrenalina, y reaccionó a su modo.
-¿Yo estúpida? ¡En todo caso, el idiota sos vos que venís a toda velocidad! Cuando crucé, no venía nadie.
-Necesitás anteojos, porque venía a velocidad normal -replicó él, cruzando los brazos con una mezcla de arrogancia y fastidio.
En ese momento, Emilia notó que las personas en el banco que la habían distraído tanto se estaban acercando. Entre ellos, su ex y la mujer con la que la había engañado. La sangre le hirvió y, sin pensarlo demasiado, tomó una decisión impulsiva.
-¡Amor! -gritó, con la voz lo suficientemente alta para que su ex la escuchara.
Se lanzó hacia el desconocido y lo abrazó con fuerza. Él quedó descolocado, inmóvil por unos segundos, mientras ella le susurraba con urgencia:
-Los que se acercan son mi ex y la que me engañó. Por favor, seguime la corriente. Me llamo Emilia.
El chico, aún aturdido, asintió apenas. Su ex llegó justo a tiempo para ver cómo Emilia se separaba del abrazo.
-¿Emilia? -dijo el ex, claramente sorprendido. Echó una mirada a su supuesto "novio" y esbozó una sonrisa burlona-. ¿Y quién es tu nuevo novio?
-Iván -respondió ella con firmeza-. Iván... y estamos muy felices juntos.
Su ex la miró con una ceja arqueada, claramente divertido. Pero, antes de que pudiera decir algo, reconoció al tipo frente a él.
-Ah, claro... Iván -dijo con sarcasmo, fijando sus ojos en el chico que la acompañaba-. Aunque juraría que tu nombre es otro...
El desconocido, ahora revelado como Aron, captó el peligro y, antes de que su identidad fuera completamente expuesta, intervino.
-Cariño -dijo, dirigiéndose a Emilia con una sonrisa forzada-, se nos hace tarde. ¿Por qué no subís al auto?
Emilia, algo confundida pero agradecida, decidió seguirle la corriente.
-Sí, claro. Nos vamos.
Subieron al auto, y cuando se alejaron de la plaza, Emilia soltó un suspiro de alivio.
-Gracias, de verdad te debo una -dijo, girándose hacia él-. Soy Emilia, por cierto.
-Aron... Aron Müeller-contestó él, manteniendo la vista en la carretera-. Y no te preocupes, no fue gran cosa. ¿Adónde ibas?
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Faking Love
Teen FictionLa historia sigue a Aron Müeller, un talentoso piloto de Fórmula 1 cuya reputación como mujeriego ha comenzado a afectar su carrera. Para revertir esta imagen negativa y recuperar el apoyo de sus patrocinadores, su equipo de marketing idea una estra...