El viernes amaneció tranquilo, y lo primero que hice fue pedir servicio a la habitación. No tenía ganas de salir, ni siquiera de cruzarme a Aron. Luego revisé mi celular y para mi alivio, me llegó un mensaje de Chiara:¿Cómo estás, Emi? —me preguntó, seguido de otro: Ah, y Aron no está en el hotel, está en... FP1 y FP2.
"¿FP1 y FP2?" pensé, arqueando una ceja. Algún código raro de piloto, supongo. En cualquier caso, significaba que el día estaría más en paz, sin que él merodeara por el hotel.
Lucía, también había estado escribiéndome, enviándome materiales y recordándome las fechas de parciales. Revisé algunos apuntes, aunque estaba tan dispersa que me costaba concentrarme. Por otro lado, mis papás me mandaban mensajes preguntando cómo estaba y cuándo iba a regresar. Traté de sonar casual en mis respuestas, pero sentía la nostalgia asomando un poco.
Mientras tanto, en el grupo de mis hermanos —ese que mis padres no conocen— las conversaciones eran otra cosa. Mateo estaba manijeando, su salida de joda, y Diego, como siempre, mandaba fotos aburridas de cenas en pareja con su novia. Aunque me divierte ver que siempre vuelven a recordarme anécdotas de cuando éramos chicos y salíamos todos juntos.
Luego de un par de horas repasando, me tomé un respiro y, como quien no quiere la cosa, abrí Twitter. Y ahí estaban: las publicaciones de los fans de Aron, especulando si la “novia misteriosa” —o sea, yo— iría al evento el domingo. Los comentarios se multiplicaban, y al parecer la declaración “romántica” de Aron en la rueda de prensa había sido un gran tema.
—**"Si ella aparece el domingo, confirmadísimo que están juntos"**, decía uno de los tweets, acompañado de fotos mías con Aron del otro día.
—**"Se la ve tan distinta a las chicas con las que sale Aron normalmente, pero igual me gusta que tenga alguien que no sea una modelo"**, comentaba otro.
Mis ojos pasaron de tweet en tweet, notando la extraña mezcla de especulaciones, teorías, y hasta chistes sobre nuestra “relación”. No podía evitar sentirme un poco incómoda, sabiendo que muchos creían que todo era real.
Antes de darme cuenta, ya era de noche, y el día se había ido volando. Cada vez faltaba menos para regresar a casa y, sinceramente, ya contaba los días.
El sábado fue casi una copia del viernes. Me pasé la mayor parte del día estudiando, repasando apuntes, y sumergiéndome en la comodidad de leer mientras el tiempo se escurría. Cuando me cansaba, abría Twitter y leía más comentarios de fans de Aron, haciendo teorías hasta ridículas, y scrolleaba en TikTok para distraerme.
También hice mi maleta devuelta ya que el lunes volvería a mi casa, ya no veo la hora.
En resumen, el día pasó rápido. Pero la sensación de estar en un lugar ajeno, esperando a que todo terminara, se hacía más y más presente.
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Faking Love
Teen FictionLa historia sigue a Aron Müeller, un talentoso piloto de Fórmula 1 cuya reputación como mujeriego ha comenzado a afectar su carrera. Para revertir esta imagen negativa y recuperar el apoyo de sus patrocinadores, su equipo de marketing idea una estra...