La historia sigue a Aron Müeller, un talentoso piloto de Fórmula 1 cuya reputación como mujeriego ha comenzado a afectar su carrera. Para revertir esta imagen negativa y recuperar el apoyo de sus patrocinadores, su equipo de marketing idea una estra...
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El domingo empezó como cualquier otro, o al menos eso pensé cuando abrí los ojos, todavía medio dormida. Estaba decidida a disfrutar el día en paz, sin ninguna clase de drama. Lo necesitaba después del almuerzo con Aron y su interminable lista de comentarios sarcásticos.
Me levanté de la cama y fui directa a la cocina, en busca de café. Mamá ya estaba ahí, como siempre, preparando el desayuno.
—Buen día, Emi —me saludó, sin apartar la vista del sartén.
—Buen día —respondí, aún con la voz ronca del sueño.
Justo cuando iba a sentarme, mi teléfono, que había dejado en la mesa, empezó a vibrar insistentemente. Alcé una ceja al ver la cantidad de notificaciones que llegaban de golpe.
—¿Qué pasó? —murmuré para mí misma mientras desbloqueaba la pantalla.
El primer mensaje que vi fue de Diego: *"Emilia, prendé la tele. YA."* Sin esperar a entender qué quería decir, me dirigí al living y encendí el televisor. El sonido del programa matutino llenó la sala, y en la pantalla aparecieron imágenes familiares... demasiado familiares.
Era una foto de ayer. De *mí* y de Aron, sentados en la mesa del restaurante, aparentemente disfrutando del almuerzo. La cámara había capturado el momento justo en que Aron me decía algo, y yo, con cara de pocos amigos, lo miraba como si quisiera desaparecer.
"*¿Quién es la misteriosa chica que acompaña a Aron Müeller en este almuerzo romántico?*" La conductora del programa sonreía mientras hablaba. *"Parece que nuestro piloto favorito ha encontrado nueva compañía. Pero la pregunta del millón es, ¿quién es ella? En redes sociales ya están hablando de esta misteriosa joven..."*
Sentí un nudo en el estómago al escucharla.
—No puede ser... —murmuré, cambiando de canal rápidamente. Pero era lo mismo en todas partes. Todos los programas matutinos tenían una foto diferente: en una, estábamos en el auto, Aron mirando hacia la ventana mientras yo parecía molesta; en otra, caminábamos por la calle como si estuviéramos en una cita romántica.
Apagué la tele de un golpe, sin saber si reír o llorar.
*No puede ser... ¿en serio?* Habían pasado menos de veinticuatro horas, y ya estaba por todos lados.
Respiré hondo y revisé mi celular. Ahora entendía por qué no paraban de llegar notificaciones. Twitter estaba explotando. Había cientos de publicaciones con fotos de nosotros dos, con comentarios que iban desde teorías sobre mi identidad hasta fanáticos de Aron tratando de averiguar quién era yo.
"*¿Quién es la chica con Aron? La vi en la tele, ¿alguien sabe su nombre?*" "*Es tan linda, seguro que es una actriz o algo. Aron siempre anda con famosas.*" "*Ya la encontré, es estudiante de letras, parece que no es famosa pero seguro ahora va a tener miles de seguidores.*"
