LEEHAN

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Al principio de la relación, cuando aún no tienen intimidad, LeeHan decide seguir tu ritmo; lo que a ti te resulte cómodo dictara como irá todo lo demás. Aún así, a Perv LeeHam le excitas fácilmente, en especial, tus pechos.

LeeHan no puede dejar de mirarlos y eso se está convirtiendo en un problema, porque nunca usas sostén cuando él te visita en tu departamento. La primera vez que viene, nota algo diferente en ti; luego nota ñas curvas naturales de tus pechos y se pregunta como se sentiría ahuecarlos entre sus palmas.
Cuando hace frío y tus pezones sobresalen de tu camisa, la mente de LeeHan se vuelve loca y no puede dejar de pensar en llevárselos a los labios. Cuando estás acurrucada con LeeHan inocentemente en tu cama, LeeHan puede sentir cuán suave está tu pecho presionando contra el suyo y tiene que girar torpemente su cuerpo hacia un lado para que no sientas su creciente elección.

Una vez, cuando llevas una camiseta holgada grande y te inclinas sobre él para pasarle algo, accidentalmente ve tu pecho desnudo.
Es sólo un segundo, pero el destello de carne redonda y pezón que ve se le queda grabado en la mente. Está increíblemente excitado pero inmensamente culpable. No tiene nada con qué cubrir su entrepierna, así que termina rebotando su pierna con tanta fuerza para que su elección desaparezca que tienes que preguntarle si está bien. Él dice que sí.

No sabrás que terminará masturbándose todas las noches pensando en ese recuerdo, ya sea follándose furiosamente el puño o frotándose la almohada.

En otra ocasión, rozas accidentalmente su brazo y chillas, y LeeHan se preocupa de inmediato y te pregunta qué te pasa. Tras insistir más, confiesas tímidamente que tienes los pezones sensibles, lo que lleva a LeeHan a un agujero más profundo de fantasías sobre provocar, pellizcar, chupar y tirar de tus pezones hasta que lloras.

Pero lo último que quiere LeeHan es que no te sientas cómoda y segura en tu proprio cuerpo a su alrededor, así que te dice con delicadeza que está bien y que tendrá más cuidado la próxima vez, sin insistir demasiado en el tema para no ponerte en un aprieto.

Aun así, con el tiempo notas que LeeHan te mira con más frecuencia y descaro (aunque él crea que lo hace de forma sutil). Sí que un día, en tu apartamento, cuando lo ves mirando tu pecho vestido con una expresión indescifrable, te cubres el pecho con las manos con timidez. LeeHan se de cuenta avergonzado de que lo han pillado, así que se apresura a pedirte perdón con las mejillas rojas, pero se le rompe el corazón cuando tú te disculpas primero.

—¿Hay algo malo con mi...pecho?
—preguntas, dándote la vuelta para esconder tu pecho. —Sigues mirándolos y me preocupa que pienses que se ven...raros. Sé que no son perfectos ni nada...Lo siento.

Y cuando te oye sollozar, se siente el peor novio del mundo.
—No, No, amor, lo siento, te prometo que no es eso— suplica LeeHan. Aún así, no miras hacia atrás. Estás encorvada, frotándote los ojos mientras los sollozos continúan. —Por favor...¿puedes mirarme?-— niegas lentamente con la cabeza. Leehan, que no quiere que el malentendido te lastime aún más, te toma de los hombros y te gira suavemente para que lo mires. —Lamento que mi mirada te haya hecho sentir incómoda, pero lo que dijiste está muy lejos de la verdad. Para ser honesto...-cuando lo miras con ojos llorosos, LeeHan sabe que tiene que decirte la verdad, incluso si lo mortificará, así que te dice cuanto lo excitan tus pechos que no puede dejar de mirar. Su rostro se pone aún más rojo a raíz de su confesion y tu silencio.

Está listo para disculparse nuevamente y darte espacio cuando dejas escapar un: -Oh, Oh, oooohh.
Y terminan siendo extremadamente tímidos el uno con el otro por el resto del día.

La primera vez que dejas que LeeHan te toque el pecho es en pleno apogeo de los besos. Estas en el regazo de LeeHan en tu sofá y él te está besando tan sensualmente que te estás mareando de placer. Tiene un brazo fuerte alrededor de tu cintura y el otro ahieca tu mejilla. Cuando suelta ru rostro, su mano roza accidentalmente tu pecho.

𝑩𝑶𝒀𝑵𝑬𝑿𝑻𝑫𝑶𝑶𝑹 𝑺𝑴𝑼𝑻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora