La vida Después del instituto (Kiyotaka x Suzune)

CAPITULO 2 : Un Nuevo Comienzo

Era una mañana de primavera inusualmente cálida cuando Suzune Horikita se encontró mirando fijamente un pequeño bastoncillo blanco en el cuarto de baño, con el corazón acelerado por una mezcla de emociones que no había esperado sentir con tanta intensidad.

Se había hecho la prueba por capricho, una pequeña parte de su mente le había estado dando la lata después de darse cuenta de que su ciclo se había retrasado.

Había tratado de descartarlo como estrés o simplemente una anomalía, pero allí estaba, de pie, en un silencio atónito mientras empezaban a aparecer las dos tenues líneas.

Embarazada.

La palabra resonó en su mente, llenándola de una extraña mezcla de excitación, miedo y algo que no había sentido en mucho tiempo: alegría pura y absoluta.

No sabía cómo reaccionaría ante la posibilidad de ser madre, pero ahora, con la realidad ante sus ojos, sintió que la invadía una abrumadora sensación de satisfacción.

Suzune respiró hondo y se tranquilizó antes de volver a guardar la prueba en su envoltorio. Tenía que decírselo a Kiyotaka, y pronto.

Pero al salir del cuarto de baño, su mano se posó instintivamente sobre el vientre aún plano, y una suave sonrisa se dibujó en sus labios.

Kiyotaka estaba en la cocina, de espaldas a ella, mientras preparaba café.

Era su ritual de los sábados por la mañana: Kiyotaka preparaba el café y se sentaban juntos en el sofá a hablar de sus planes para el día. Pero Suzune sabía que hoy sería diferente.

Se acercó a él en silencio, sin querer romper aún la tranquilidad del ambiente. Pero cuando Kiyotaka se dio la vuelta, sus agudos ojos captaron de inmediato los sutiles cambios en su expresión.

"¿Suzune?"

preguntó, su voz suave, pero con un toque de preocupación.

"¿Va todo bien?"

Suzune abrió la boca para responder, pero dudó. ¿Cómo podía expresar con palabras lo que sentía? ¿Cómo podría transmitir la magnitud de lo que estaba ocurriendo? Pero entonces vio la auténtica preocupación en los ojos de Kiyotaka, y las palabras salieron a borbotones.

"Kiyotaka"

empezó ella, con la voz apenas por encima de un susurro

"tengo algo que decirte"

Dejó inmediatamente la taza de café en el suelo y acortó la distancia que los separaba.

"¿Qué pasa?"

preguntó, con la voz cargada de urgencia.

Suzune se mordió el labio, repentinamente nerviosa. Era un momento que nunca había imaginado y quería hacerlo bien. Se metió la mano en el bolsillo y sacó la prueba de embarazo.

Kiyotaka se quedó mirando la prueba, con una expresión ilegible al principio. Pero entonces, cuando empezó a asimilar la realidad de lo que estaba viendo, una expresión de puro asombro cruzó su rostro.

Extendió la mano lentamente, cogiendo la prueba de la mano de ella, sin apartar los ojos de sus ojos.

"Suzune... ¿eres...?"

No pudo terminar la frase, la voz se le trababa en la garganta.

Suzune asintió con el corazón palpitante. "Sí", dijo en voz baja.