CAPITULO 5 : Encuentro con la Familia

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Habían pasado tres semanas desde la llegada de Haruto, y la vida se había asentado en un nuevo ritmo para Suzune y Kiyotaka.


Las noches en vela y los cuidados constantes que requería un recién nacido eran agotadores, pero cada vez que miraban la carita de Haruto, recordaban la profunda alegría que había entrado en sus vidas.


El pequeño ya había traído mucha felicidad a su hogar, y ahora era el momento de que conociera al resto de la familia.


Los padres de Suzune y su hermano Manabu, junto con su mujer Tachibana, venían a ver a Haruto por primera vez.



Suzune y Kiyotaka preparaban la casa para recibir a sus invitados. Querían que todo estuviera perfecto para esta ocasión tan especial.



Cuando sonó el timbre, Suzune sintió un revoloteo de nervios en el estómago.



Kiyotaka estaba a su lado, sosteniendo a Haruto suavemente en brazos.



El bebé estaba vestido con un suave body azul claro, y dormía plácidamente, con su pequeño puño enroscado junto a la cara.


"Están aquí"

dijo Suzune en voz baja, mirando a Kiyotaka, que le dedicó una sonrisa tranquilizadora.



"Vamos a saludarles"

respondió, con voz tranquila y firme.



Caminaron juntos hacia la puerta y, al abrirla, Suzune fue recibida por los rostros familiares de sus padres, Manabu y Tachibana.


Los ojos de su madre se dirigieron de inmediato al pequeño bulto en brazos de Kiyotaka, y su rostro se iluminó con una mezcla de asombro y alegría.



"Suzune, Kiyotaka", empezó su madre, con la voz temblorosa por la emoción. "Es precioso".


El padre de Suzune, normalmente sereno y estoico, también estaba visiblemente conmovido.



Se adelantó y sus ojos se ablandaron al ver a su nieto.



"¿Podemos verle?", preguntó con voz dulce.



Kiyotaka asintió y entregó cuidadosamente a Haruto a la madre de Suzune, que lo acogió con sumo cuidado.



Harruto se agitó ligeramente, pero permaneció dormido, con los labios entreabiertos en un pequeño suspiro. La madre de Suzune lo miró con lágrimas en los ojos.




"Es perfecto", susurró, con la voz entrecortada por la emoción. "Se parece tanto a ti, Suzune".


Suzune sonrió, sintiendo que su corazón se hinchaba de orgullo.


"Creo que es una buena mezcla de los dos",


respondió, mirando a Kiyotaka, que estaba a su lado con los ojos llenos del mismo orgullo y amor.



Manabu fue el siguiente en dar un paso al frente, y su expresión habitualmente severa se suavizó al ver a su sobrino.


Permaneció callado un momento, simplemente contemplando al pequeño en brazos de su madre.

Luego miró a Suzune y a Kiyotaka, con los ojos llenos de algo que ella rara vez veía en él: vulnerabilidad.


"Es... es increíble"

La vida Después del instituto (Kiyotaka x Suzune)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora