CAPITULO 17 : Vacaciones en Familia

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El sol acababa de salir, tiñendo de dorado la ciudad, mientras la familia Ayanokouji se dirigía al aeropuerto.


Era el comienzo de unas vacaciones muy esperadas: una escapada a Francia.



Por primera vez en años, se tomaban un descanso de sus ajetreadas vidas para explorar juntos un nuevo país.



Kiyotaka, Suzune y su hijo Haruto, ahora un joven seguro de sí mismo y maduro de 18 años, estaban entusiasmados por sumergirse en la cultura, la historia y la belleza de Francia.




Al subir al avión, la emoción era palpable. Haruto estaba especialmente emocionado: era la primera vez que viajaba a Europa.




Había pasado semanas investigando los lugares que visitarían, ansioso por experimentar todo lo que Francia tenía que ofrecer.



Suzune también esperaba con impaciencia el viaje, con los ojos brillantes de expectación mientras se acomodaba en su asiento junto a Kiyotaka.



El vuelo fue largo pero cómodo, y antes de que se dieran cuenta, estaban descendiendo en el aeropuerto Charles de Gaulle. La bulliciosa ciudad de París se extiende más allá del aeropuerto, un vibrante tapiz de arte, historia y romanticismo.



Cuando salieron del aeropuerto y vieron por primera vez la ciudad, les invadió una sensación de asombro.



"Bienvenidos a París", dice Kiyotaka con una pequeña sonrisa, contemplando la grandeza del paisaje urbano. Suzune y Haruto intercambiaron miradas emocionadas, ansiosos por comenzar su aventura.



Su primera parada fue su hotel, un encantador establecimiento boutique en el corazón de la ciudad.



Las habitaciones estaban elegantemente decoradas, con grandes ventanales que ofrecían impresionantes vistas de la Torre Eiffel a lo lejos.


Haruto sacó inmediatamente su teléfono para capturar el momento, haciendo fotos de la vista antes de volverse hacia sus padres con una sonrisa.




"Esto es increíble", dijo Haruto, con la voz llena de asombro. "No puedo creer que por fin estemos aquí".




Suzune sonrió y puso una mano en el hombro de su hijo.


"Llevamos mucho tiempo esperando este viaje. Aprovechémoslo al máximo".



Tras refrescarse, la familia salió a explorar París. Su primer destino fue el Louvre, uno de los museos más famosos del mundo.


Mientras paseaban por las salas, se maravillaban ante las obras maestras expuestas, desde la enigmática sonrisa de la Gioconda hasta la grandeza de la Victoria Alada de Samotracia.


Haruto estaba especialmente fascinado por los artefactos antiguos, con los ojos muy abiertos por la curiosidad mientras examinaba cada objeto expuesto.



Kiyotaka, siempre observador, se dio cuenta de que el ambiente del museo sacaba a relucir una faceta diferente de su hijo. Haruto solía ser muy tranquilo y concentrado, pero aquí era como un niño descubriendo un mundo nuevo, con un entusiasmo contagioso.



Después de pasar varias horas en el Louvre, la familia pasea tranquilamente por el Sena. El sol empezaba a ponerse, proyectando un cálido resplandor sobre la ciudad mientras caminaban cogidos de la mano, disfrutando de las vistas y los sonidos de París.



La vida Después del instituto (Kiyotaka x Suzune)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora