Mecanismos de defensa | Maxley.

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Max's POV

La semana siguiente fue tensa. Bradley seguía asistiendo a clase, pero la chispa que había iluminado nuestra conversación anterior se había desvanecido. Sentía que había cruzado una línea que no debía haber tocado, y ahora me preguntaba si había hecho que se sintiera vulnerable de una manera que no estaba listo para manejar.

Cada vez que nuestras miradas se cruzaban en clase, él desviaba la suya, como si no quisiera reconocerme. Me sentía frustrado y confundido, preguntándome qué había detrás de su reacción tan visceral.

La profesora continuó enseñando sobre mecanismos de defensa, y no pude evitar hacer paralelismos con Bradley. Su racionalización sobre el skate, como si cualquier sueño que no estuviera alineado con su imagen de éxito fuera absurdo, resonó en mi mente. Era un patrón que veía en muchos, pero en él, era diferente. Había una profundidad de emociones escondidas detrás de su comportamiento, y quería entenderlo.

Un día, mientras estudiaba en la biblioteca, decidí que no podía dejar que esta distancia se convirtiera en una barrera permanente. Necesitaba hablar con él, encontrar una manera de que pudiera abrirse sin sentirse amenazado.

Después de la clase de Bienestar Psicológico, lo esperé fuera del aula. Cuando salió, se sorprendió al verme.

— Max, ¿qué haces aquí? —preguntó, un poco descompuesto.

— Quería hablar contigo, si tienes un momento.

Bradley dudó, pero finalmente asintió, así que caminamos juntos hacia un banco en el jardín de la facultad.

— Sé que he sido un poco... intenso —comencé, buscando las palabras adecuadas—. Solo quiero que sepas que no quise incomodarte con mi pregunta sobre el skate.

— No lo hiciste. Solo... no lo considero algo serio. —Respondió, cruzando los brazos de nuevo, como una coraza.

— ¿Pero por qué no? Si es algo que amas hacer. —Su mirada se volvió distante, y sentí que necesitaba hacerle ver que era normal tener sueños.

— Mira, no se puede vivir de sueños. La realidad es diferente. La gente no respeta a los que solo hacen cosas como patinar. —Su voz se volvió más firme, pero también pude notar la inseguridad subyacente.

— ¿Qué hay de los que sí lo hacen? He leído sobre varios skaters que han hecho carreras exitosas. No se trata solo de patinar; se trata de pasión y dedicación. —Mi voz era suave, intentando llegar a él.

— Tal vez, pero yo tengo responsabilidades. No puedo arriesgarme a fallar. —Su mirada se oscureció, y la conversación se sentía como un callejón sin salida.

Me frustré al ver que no estaba dispuesto a abrirse. En su lugar, parecía que se aferraba a su idea de éxito como un escudo, y eso me dejaba impotente.

— Está bien. Solo... quiero que sepas que estoy aquí si necesitas hablar. —Finalicé, sintiéndome un poco derrotado.

Bradley asintió, pero la distancia entre nosotros seguía siendo palpable.

Esa tarde, fuimos al parque para entrenar. Bobby y PJ ya estaban allí, practicando trucos para los X-Games con la ayuda de Bradley. La energía del lugar era vibrante, llena de risas y adrenalina.

Al principio, Bradley se mantuvo un poco al margen, observándonos. Sin embargo, cuando PJ falló en un truco y se cayó, Bradley se acercó rápidamente.

— ¿Estás bien? —preguntó, su voz cargada de preocupación.

— Sí, solo me golpeé un poco —PJ se rió, intentando restarle importancia.