Mecanismos de defensa | Maxley.

5

Max's POV

Era un martes sin clases de Bienestar Psicológico, y no pude evitar la necesidad de ver a Bradley. Con una excusa poco convincente en mente, me dirigí a la facultad de Negocios Internacionales, esperanzado en encontrarlo.

Al entrar, el familiar aroma a libros y papel me envolvió. Mientras buscaba a Bradley, escuché la voz de Tank al fondo, riendo con un grupo de amigos.

— Claro, baby, lo entiendo. Pero tú sabes que siempre puedes contar conmigo, ¿verdad? —dijo Tank, y ese apodo cariñoso hizo que una punzada de incomodidad recorriera mi pecho.

Ya los había oído referirse así el uno al otro, pero por alguna razón esta vez me irritaba. Observé a Bradley sonreír ante el comentario, su rostro iluminándose de una manera que no había visto antes. Me pregunté por qué podía reírse tan fácilmente con Tank mientras que conmigo todo parecía más serio.

— Lo sé, Tank, pero tengo que terminar esto primero —respondió Bradley, con un tono ligero enfocado.

Tank hizo una mueca exagerada, cruzándose de brazos.

— Vamos, un poco de diversión no te hará daño. ¿No te acuerdas de lo que dijiste la última vez? Necesitas relajarte.

Bradley rodó los ojos, pero la sonrisa seguía en su rostro.

— La última vez terminé con un par de horas de sueño menos, gracias por recordármelo.

Tank rió, dándole un pequeño empujón en el hombro.

— Por eso estoy aquí, para sacarte de tu burbuja de libros. Te prometo que solo será un momento, ¡te lo juro!

La química entre ellos era palpable. Bradley, aunque serio, se dejaba llevar un poco por la energía de Tank. Impulsado por algo que no pude reconocer, decidí que ya era hora de acercarme.

— ¡Hola, chicos! —dije, intentando sonar despreocupado mientras me acercaba.

Bradley me miró, y su sonrisa se amplió, aunque había un toque de sorpresa en su expresión.

— Max, que sorpresa —exclamó, y eso hizo que una chispa de alegría me recorriera.

Tank se giró hacia mí con una sonrisa pícara.

— Justo estábamos hablando de cómo Bradley necesita un poco de diversión. ¿Qué opinas? ¿Debería salir más de su zona de confort?

Bradley me lanzó una mirada de advertencia, pero la sonrisa se mantenía.

— No soy un ermitaño, solo tengo prioridades —se defendió.

— Sí, sí, claro. Prioridades, como evitar la diversión —Tank rió—. Solo relájate un poco, Brad. No vas a colapsar por salir un rato.

Sentí una mezcla de celos y curiosidad al observar cómo se comunicaban. Quería ser parte de esa camaradería, pero también me cuestionaba por qué la conexión entre ellos parecía tan natural. Además, Bradley no lo había corregido cuando Tank lo había llamado "Brad", ¿por qué a mí siempre me negaba ese apodo?

— Estoy aquí para ayudarlo a relajarse, si necesita ayuda —dije, buscando un tono más atrevido.

Tank me miró como si hubiera dicho algo muy inteligente.

— Vaya, Max. ¿Vas a convertirte en su terapeuta personal?

Bradley se sonrojó un poco, y eso me sorprendió. La interacción me hizo sentir más conectado con ellos, pero también más consciente de lo que estaba sintiendo.

— No es necesario —Bradley se cruzó de brazos, pero había una leve sonrisa en su rostro—. Aunque aprecio el apoyo.

Tank levantó una ceja, divertido.