⊱𝔖𝔢𝔭𝔱𝔢𝔫𝔡𝔢𝔠𝔦𝔪⊰

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Las palabras de Jimin fueron atrevidas, mostrando una actitud sagaz, aunque por dentro todo vibrara en un extraño sentimiento de emoción y orgullo

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Las palabras de Jimin fueron atrevidas, mostrando una actitud sagaz, aunque por dentro todo vibrara en un extraño sentimiento de emoción y orgullo. A la vista de todos, el aura de ángel cambió como si la propia presencia de algo oscuro lo rodeara, manifestándose ante ellos, aunque nadie mencionó nada al respecto, ni siquiera cuando los observó por sobre su hombro esperando que alguien se revelara; tanto Lilith como Hoseok se regalaron una mirada rápida al notar un brillo naranja en la espalda del ángel, mostrando las fases lunares, el sello con el que Yoongi había encerrado su propio ser y despertado en Jimin aquello que mantuvieron dormido por mucho tiempo.

Era suyo, nadie le arrebataría al ángel que por derecho le fue dado y porque por decisión propia había decido quedarse, quizá incluso mucho antes de siquiera ser consciente de la conexión que mantenían.

— ¿Se quedarán ahí parados o prefieren seguir escuchando los gritos de dolor del resto de heridos? – los escalofríos que le recorrían la espalda lo hacían sentir incómodo y su asombro se reflejó en sus ojos al notar que ninguno parecía molestarle su actitud —. Es decir... solo quiero poder asegurarme de que funcionará lo que.

— Está bien, Jimin. No tienes que excusarte – el ángel mordió su labio inferior, para luego asentir a secas y reanudar su camino.

La sonrisa de todos se amplió aún más al ver que el ángel tomaba la delantera para guiarlos a los aposentos de Yoongi, llevando un paso bastante acelerado, no importándole si le seguían o no. Taehyung no dudó en dejarse llevar ante lo divertido que era toda la situación y alcanzarlo, por supuesto que tomado de la mano de Jungkook, no dejando pasar la oportunidad de alardear la preferencia de su amado ángel.

Si bien llegaron a perderse por uno de los pasillos debido a que Jimin no comprendía muy bien el palacio, fue Hoseok quien levantó cortinas de humo para atravesarlas y hacer más sencillo el camino. El ángel lo vio con mala cara en cada una de las ocasiones al pensar que se estaba burlando, aunque no dudó en pasar por las cenizas para demostrar que no temía del poder de un demonio. Jungkook se encargó de cubrir a Taehyung de nuevo con sus alas, aunque el mestizo no lo necesitara, el que su ángel lo protegiera en cada ocasión le hacía sentirse verdaderamente embobado.

Taehyung había sido un espectador toda su vida de sus padres, justo como en ese mismo momento dónde Lilith se encontró muy protegida por su adorado demonio tentador, con la diferencia que ahora el demonio mestizo podía ser tan protagonista como deseaba y más. Con Jungkook siempre existía ese factor sorpresa que le brindaba un adicional a sus deseos.

— ¿Qué ocurre? – cuestionó Hoseok al notar la duda plasmada en el rostro angelical de Jimin ¿en serio iba a permitir que tantos invadieran el espacio de Yoongi?

— No estoy muy seguro si esto es buena idea – titubeó sobre sus pasos, retrayendo su mano, la cual ya había alzado para abrirse paso en el lugar —. No es mi habitación, quiero decir-

El Cordero del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora