Hace mucho tiempo el diablo convenció a Dios para que una vez cada 1000 años le enviara a uno de sus ángeles. Prometiendo que si una de esas divinas criaturas descendía al infierno, él dejaría libre las almas de 1000 hombres pecadores, liberándolos...
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La mirada de ese ser supremo paseó sobre todos, Yoongi no se privó de ocultar entre sus brazos a Jimin quien temía que lo arrebataran de su lado, empuñando la ropa contraria, cerrando los ojos con fuerza para que no viera la verdad absoluta que se ocultaba en ellos. Los dos demonios mayores del grupo se rieron bajo al notar que lo que veían no era la cara real de Dios, se trataba del sucio truco de hacerte verlo como la figura que quiere enseñarte.
A vista de Yoongi se trataba de una imagen más paternal, esa que le observaba con orgullo en sus inicios en el cielo, pero el demonio con facilidad podía deconstruir esa dulce imagen para notar la máscara de desinterés, con esa mirada fría y cargada de decepción. Hoseok no se quedó atrás, la versión de Dios era más bien algo mayor, malhumorado, con arrugas marcadas en el ceño.
Mientas que para los arcángeles tenía un rostro bastante tranquilo, no mayor, sin mostrar el tiempo, pues el paso y recorrido del pasar de los días no podía tocar la imagen de Dios, siendo inmortalizado en distintos rostros. Por su parte, Jungkook se sentía confundido, no sentía afecto por la persona que se materializaba, y Taehyung solo veía un padre negligente, desinteresado con mirada cargada de aborrecimiento.
— Veo que todos se encuentran reunidos alrededor de ti, Miguel – habló con calma, sin acercarse lo suficiente a él.
— Son pecadores, Padre, ven con ojos de maldad todo lo que se hace en tu nombre, lo tergiversan y lo ven como un acto atroz.
— Porque verdaderamente lo es – le interrumpió el Creador, acallando las palabras de Miguel. Con un simple gesto pidió a todos sus captores que se alejaran del cuerpo contrario, pero no obtuvo obediencia, por el contrario, ninguno dejó de amenazar al arcángel con sus armas – ¿esto es obra tuya? – cuestionó al aire, dirigiendo la pregunta a Yoongi.
— No he movido un dedo, todos actúan por su libre albedrío y bajo su responsabilidad – declaró el demonio, sonriendo de lado al recibir un vistazo por encima del hombro por parte de quien fue llamado su Padre – compruébalo tú mismo. El único que me interesa proteger es Jimin, fue la única orden que les di.
— Padre, este hermano no merece misericordia – la voz ronca de Namjoon interrumpió la conversación – Miguel, actuó en tu nombre cometiendo actos violentos sin razón.
— ¡No es verdad, todo lo que hice fue purgar la tierra del hombre de los traicioneros, corruptos y pecadores! – exclamó con desesperación el arcángel, callando en el instante que todas las armas se presionaron contra su piel, y las manos de Jungkook lo sostuvieron con más fuerza —. Padre...
— Silencio Miguel, has hecho mucho daño a inocentes de los cuales yo estaba enterado cada uno de sus movimientos – la mirada del arcángel se amplió tanto, sintiéndose incrédulo, titubeando para seguir hablando, pero no hubo necesidad porque el semblante serio contrario solo le anticipó la respuesta —. Yo sabía que existían uniones entre demonios y ángeles protectores, sabía perfectamente lo que ocurría con ellos, las uniones, los secretos que se estaban destapando.