⊱𝔇𝔲𝔬⊰

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Jimin se sentía aturdido durante todo el viaje, solo escuchaba gritos de dolor, sufrimiento, alaridos que a cualquiera le erizarían la piel, mas a él lo único que le hacía sentir era pesar por todas esas almas que se lamentaban por dejar atrás una...

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Jimin se sentía aturdido durante todo el viaje, solo escuchaba gritos de dolor, sufrimiento, alaridos que a cualquiera le erizarían la piel, mas a él lo único que le hacía sentir era pesar por todas esas almas que se lamentaban por dejar atrás una vida. El pequeño ángel también se estaba sintiendo devastado por dejar atrás a Jungkook.

En los orbes estrellados llenos de lágrimas y aquel último grito de su compañero le hicieron lamentarse mil veces, ¿qué sería de él? El menor no conocía a otros ángeles, le había sido asignado desde su creación, apenas se relacionaba con el resto, no reconocía con facilidad a las diferentes legiones de ángeles, todo eso era un desastre, aunque ahora mismo no podía pensar tan claramente, no cuando de pronto llegó a él un aroma dulce y delicado, fueron segundos confusos.

La esfera de humo en la que viajaba se detuvo, suspendido en un espacio desconocido, podía percibir el calor de un lado y el frío en el otro. Las voces que estaban en el exterior le hicieron saber que no estaba del todo solo. Entonces, ¿si era custodiado por guardianes?

- Es mío...

Esa voz en lo lejano lo hizo estremecer, pues, no importaba cuantos milenios habían pasado, él podía reconocer la voz de... él...

Sus dedos intentaron tocar aquel humo oscuro, formado de cenizas que lo rodeaban con el fin de no dejarlo escapar, mas Jimin no buscaba aquello, solo se quería asegurar que no estaba equivocado en sus suposiciones; aunque ni bien lo tocó, el caos volvió a reinar.

La nube negra que lo estaba envolviendo lo ahogaba, no podía ver, le hacía arder sus ojos, la piel que portaba comenzaba a doler y burbujear, como si intentara desprenderse de él mismo, como si lo obligaran a salir de ese objeto físico para aparecer como su forma divina.

Dentro de ese reducido espacio fue rociado con un líquido que lo llenó de dolor, ahora era consciente, había atravesado las puertas del abismo y su cuerpo físico había sido dejado atrás, para descubrir el resplandor que de él emanaba, aun así no sintió miedo o desamparado, debía ser fuerte, sería lo más valiente que le fuera posible.

De pronto pudo sentir cómo su luz era tomada por algo más que lo estiraban, halaban de él mientras que todo aquello de lo cual nunca sufrió lo comenzaba a padecer, dolor y angustia se apoderaban de él con el correr de los segundos, mientras que aquellos demonios seguían intentando quitarle una parte de él.

- Este es diferente - mencionó una voz que le causó escalofrío mientras que podía sentir su cuerpo siendo tironeado de un lado al otro - esa luz me quema.

- No seas llorón, una luz no puede lastimar - mencionó otro que se encargaba de despojarlo de lo que fuera terrenal, mas Jimin no poseía nada de eso - ¿qué mierda pasa con esta alma?

- ¡Deténganse, sucias bestias! - se impuso una nueva voz ante aquellos dos que no dejaban de torturar a Jimin, con un simple movimiento de su mentón disipó la nube oscura, dejando ver lo más blasfemo que había pisado el infierno - qué carajos se supone que es esto.

El Cordero del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora