❛6. Guía robada❜

939 153 69
                                    

❝3 de enero de 19445:52 amHogwarts, Escocia❞

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


❝3 de enero de 1944
5:52 am
Hogwarts, Escocia❞

Harry se despertó con una sensación de incomodidad en la espalda, como si hubiese dormido sobre una cama de piedras. ¿Qué putas había estado haciendo para sentirse así cada mañana?, pensó, mientras soltaba un profundo suspiro y se enderezaba con pereza. Sintió un peso sobre sus piernas y, al bajar la mirada, se encontró con la pequeña Dottie, panza arriba y con la lengua colgando despreocupadamente.

—Al menos tú dormiste mejor que yo, —murmuró, con una sonrisa ladeada, apartándola suavemente para poder moverse.

De acuerdo, estaba en Slytherin. ¿Cómo había terminado en Slytherin?. Bueno, en el fondo sabía la respuesta, pero ya se encargaría de ajustar cuentas. Por ahora, su misión era vigilar a Riddle y, sobre todo, mantenerse lo más lejos posible de él.

Corrió las pesadas cortinas que cubrían su cama, asomándose con cautela al dormitorio. Las otras cuatro camas seguían cubiertas, envolviendo a sus ocupantes en sombras. Una débil luz verdosa se colaba a través de la ventana más alta, la tenue claridad del Lago Negro, iluminando la habitación de manera inquietante. ¿Cómo era que mantenían la hora en este lugar?. No había ni un reloj a la vista, lo cual le frustraba.

Era raro que Harry se despertara antes que los demás, pero algo era claro: en territorio enemigo, siempre dormía con un ojo abierto.

—¿En qué piensas?

El grito que escapó de sus labios fue instantáneo, su corazón dio un vuelco mientras saltaba de la cama y, en un parpadeo, tenía la varita en mano, apuntando hacia el intruso.

—¿Lestrange? —susurró, con los ojos bien abiertos. ¿Qué rayos pasaba con la gente de Slytherin y su manía de aparecer de la nada?. —¿Qué haces aquí?

Lestrange frunció la nariz, en un gesto que Harry no pudo evitar encontrar irritantemente atractivo. Parecía que su manera de hablar le caía mal al purista sangre pura.

—Relájate, Roosevelt. Todos tienen encantamientos silenciadores alrededor de sus camas. No nos escucharán —respondió con un movimiento de muñeca exageradamente elegante. —He venido a verte. Voy a ser tu guía los próximos días.

Harry arqueó una ceja mientras levantaba a Dottie, que ya comenzaba a despertarse. Era imposible resistirse al encanto de los cachorros, y Harry tenía una debilidad especial por ellos. Alzó la mirada hacia Corvus, cuyas intensas pupilas seguían cada uno de sus movimientos con un brillo peculiar.

—Pensé que Riddle se encargaría de eso.

Prefiero hacerlo yo —interrumpió Corvus con tono mordaz, como si mencionarlo le causara dolor de estómago. —Riddle está demasiado ocupado admirando la cara de Abraxas como para prestarte la atención que necesitas.

Harry esbozó una sonrisa divertida. Agradecía sinceramente que Lestrange lo hubiera salvado de pasar tiempo con Riddle.

—Está bien, entonces... ¿debería arreglarme o algo?

❛Tiempo Pasado❜      . . . . . HpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora