Capítulo 16: Bajo la tormenta de nuestro adiós

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La noche se desató en una tormenta furiosa, como si el cielo mismo estuviera reflejando el caos que rugía dentro de mí

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La noche se desató en una tormenta furiosa, como si el cielo mismo estuviera reflejando el caos que rugía dentro de mí. Corría bajo la lluvia, mis pensamientos completamente consumidos por una sola persona: Rose. Mis pies se movían a ciegas, guiados por el miedo y la culpa. El dolor que vi en sus ojos al vernos a Jennie y a mí seguía grabado en mi mente, una herida abierta que no dejaba de sangrar.

Cada gota de lluvia que caía sobre mi piel era como una daga que me recordaba lo que había hecho, lo que había roto. Rose era mi todo, y yo lo había arruinado. Sabía que debía encontrarla, que debía explicarme, pero ¿cómo justificar lo injustificable? ¿Cómo podía mirarla a los ojos después de lo que había hecho?

Llegué a su edificio empapada, temblando, pero no por el frío, sino por el terror de lo que podría encontrar. Cuando subí las escaleras, los truenos retumbaban en el cielo, haciéndome sentir aún más pequeña e impotente. Me detuve frente a la puerta de su apartamento, mi corazón latiendo con fuerza en mis oídos, pero lo que escuché al otro lado me paralizó.

 Me detuve frente a la puerta de su apartamento, mi corazón latiendo con fuerza en mis oídos, pero lo que escuché al otro lado me paralizó

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Dentro, algo se rompía. El sonido de cosas estrellándose contra las paredes llenaba el aire. Sabía que Rose estaba allí, destrozando todo a su alrededor. Mi cuerpo reaccionó antes que mi mente, y empecé a golpear la puerta.

Lisa: desesperada-"¡Rose! ¡Rose, por favor, ábreme! ¡Déjame entrar!"

No hubo respuesta, solo más sonidos de destrucción y un sollozo ahogado que rompió lo poco que quedaba de mí. Sabía que estaba sufriendo, y cada segundo que pasaba detrás de esa puerta sin poder consolarla me hundía más en la desesperación.

 Sabía que estaba sufriendo, y cada segundo que pasaba detrás de esa puerta sin poder consolarla me hundía más en la desesperación

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Enamorda de mi PsicologaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora