Fiesta del Lago

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CAPITULO 3

La fiesta de fin de verano, de los chicos de último año era uno de esos eventos que todos conocían pero de los que pocos hablaban abiertamente. Era una especie de tradición no oficial: una celebración que marcaba el verdadero inicio del último año y el final del verano, y aunque no figuraba en ningún calendario escolar, todos sabían que era el evento al que había que ir. Lo curioso es que nunca se organizaba en la misma casa, ni bajo las mismas reglas, pero siempre acababa siendo lo mismo: mucho alcohol, música hasta que los vecinos perdieran la paciencia, y alguna que otra pelea por tonterías que se exageraban después de un par de tragos.

Esta noche, el lugar elegido había sido el lago, un sitio a las afueras donde la civilización parecía disolverse entre los árboles y el agua calma. El aire fresco y las luces que titilaban sobre la superficie creaban una atmósfera que, en cualquier otro momento, habría sido pacífica, casi romántica. Pero con la música a todo volumen y los gritos de adolescentes ya alcoholizados, esa paz había desaparecido.

La luz del atardecer brillaba sobre el lago, creando destellos dorados que danzaban en la superficie del agua. La fiesta de fin de verano estaba en pleno apogeo. Estudiantes de último año se congregaban alrededor de la fogata, riendo y bebiendo, bailando al ritmo de la música de los parlantes.

 Thomas, como siempre, estaba emocionado. Había estado hablando de la fiesta todo el día, incluso había mandado mensajes durante la clase de matemáticas por el chat grupal para recordarnos que no podíamos faltar. 

—¿hueles eso? —me preguntó Lucas con una sonrisa cómplice, mientras yo intentaba procesar todo lo que estaba sucediendo.

—huele a diversión —respondí, tratando de parecer despreocupado. Era una noche de celebraciones, pero también era un recordatorio de que el año escolar estaba a la vuelta de la esquina. 

Nos abrimos paso entre la multitud, y la sensación de ser parte de algo más grande se apoderó de mí. Lucas se movía como un pez en el agua, saludando a amigos y conocidos, mientras yo me mantenía a su lado, observando.

Lo que él no sabía era que, desde que me había confesado lo de su novia, no me sentía del todo cómodo. No podía evitar preguntarme si la chica misteriosa también estaría en la fiesta, y la idea de verla, sin siquiera saber quién era, me daba vueltas en la cabeza.

Desde la confesión de su "secreto", había tratado de mantenerme alejado de cualquier pensamiento que me llevara de vuelta a esa conversación. Pero, estando aquí, viéndolo reír y disfrutar, me era imposible no sentir esa punzada de celos otra vez.

Thomas apareció de la nada, como siempre, con esa energía que parecía nunca acabarse.

—¡Nico! Me alegra que vinieras, hermano —dijo, dándome un abrazo de esos que te sacuden—. Pensé que te ibas a echar para atrás.

—¿Después que me súplicaste que vieniera? —respondí, haciendo un gesto de dramatismo—. Que clase de líder seria. 

Thomas sonrió y luego señaló hacia la fogata, donde un grupo de chicos estaba sentado.

—El equipo te está esperando, capitán—ambos nos dirigimos hacia los chicos del equipo bromeando y riendo, con Lucas a nuestro lado. 

☀️

—¡Davies y Vermon! ¡Pero si es el dúo dinámico! —Sam, uno de los chicos del equipo, se acercó a saludarnos con ese entusiasmo exagerado que siempre lo acompañaba—. Creí que el presidente del club de periodismo no vendría. De haberlo sabido, hubiera traído alguna amiga para ti.

FRIENDS (BOYSLOVE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora