Un beso frío fue lo última que Isabella se quedó de Nicholas, en ese momento no tenía cabeza para darse cuenta del repentino cambio de humor de el, debía de subir la materia para poder pasar de grado, encargarse de su casa y de su hermana.
Alex fue una gran ayuda, gracias a el pudo llegar a comprender la materia, el era un buen amigo de Sarah lo que hacía que se llevarán aún mejor y por culpa de eso convivan más tiempo juntos lo cual no tenía muy tranquilo a Nicholas, quien Isabella empezaba a cancelar sus planes por quedarse a estudiar con Alex.
Poco a poco empezaba a ser ignorada por el, no le atendía el teléfono, ni siquiera la buscaba como lo hacía de vez en cuando.
Ella no se presipito, el se lo dejo bien en claro, no eran nada, no había compromiso de por medio y ella respetaría eso. No deseaba cometer un error para perderlo, ya lo quería demasiado para tomar ese riesgo así que le dió su espacio y se centro en sus estudios. Ahora volviéndose rutina juntarse con Sarah y Alex no solo a estudiar si no también a pasar el rato.
Tenía una sonrisa de oreja a oreja, la euforia en su cuerpo le provoco abrazar muy fuerte a Alex, el también devolviendo el abrazo de la felicidad por ella.
–¡Oficialmente salve todas las materias!–dijo Isabella muy contenta
–felicidades bella.–el dijo con una cálida sonrisa.
–gracias a ti por todo.
El rubio se separó de ella con una sonrisa ahora siendo Sarah quien la rodeo con fuerza.
–hay que ir a festejar esto, yo invito.–sarah propuso.
–¿les perece hoy después de las ocho?–isabella pregunto.
–yo puedo, no hay problema.–contesto Alex.
–por mi está bien.–sarah también dijo.
–excelente.
–yo sabía que podias.–su madre sonrio abrazándola brevemente.
–solo me quedan unos años más.–isabella dijo con pesadez.
–animo, el año que entra será más exigente así que aprovecha de tus merecidas vacaciones.–su madre dijo acariciando su cabello.
–hoy tengo una invitación con Sarah y Alex.
–ve. Solo no llegues tarde hoy me toca el turno en la noche en el hospital y ni estaré para controlarte.
Al entrar a su habitación suspiro hondo y se lanzo a la cama. Saco su teléfono viendo los casi diez mensajes que le envio a Nicholas sin el siquiera verlos.
Frunció el ceño preocupada ¿y sí el no estaba bien?
Llamo a su número una vez, no le contesto lo cual creyó mejor ya no insistir.
Pero tenía un presentimiento que no la dejaba tranquila, ¿por qué el no deseaba verla o siquiera enviarle mensajes como solía hacerlo?, ya pasó uno semana de la última vez que lo vio.
Tocó el timbre de la casa de Nicholas, lo hizo unas dos veces más. Estaba a punto de irse pero el abrió la puerta. Se veía agitado y sudado en solo unos shorts.
–hola, espero no interrumpir.–fue lo primero que se le vino a la mente decir.
–solo estaba entrenando.–el contesto con desinterés viendola de arriba a bajo.La mujer asíntio mirando sus manos algo nerviosa.
–¿me dejaras entrar o me cerraras la puerta en la cara?
–entra.–dijo dejando la puerta abierta y entrando a su casa.