–Tu ahora sí enloqueciste .–sarah regaño negando con su cabeza y sus brazos cruzados.
–¿por que?–isa pregunto fingiendo inocencia.
–¿como que por que? me estás diciendo que en dos días te irás con Nicholas a Miami, apenas y llega a tres meses que sales con el.
–baja, la voz alguien puede escucharte.–isabella advirtió cerrando la puerta con seguro de su habitación.
–bueno será bueno que lo hagan ¿ya pensaste en que decirle a tu madre?–
–ahi es donde tu entras.
–no, no, no.–ella nego levantándose de la cama.
–sarah, por favor, solo tienes que decirle que iré contigo a la casa de tu abuela, un par de días como el verano anterior.
–yo no voy a mentir para que te vayas con tu novio.–dijo decidida.
–nicholas no es mi novio. Es mi amigo.–isabella aclaro.
–¿acaso los amigos hacen eso que se escuchaba en la llamada?–cuestiono elevando una ceja y con mirada juzgadora.
–ya te lo explique a ti y Alex que todo fue un malentendido.
–¿y que es lo que tienes con ese tipo entonces? Por que te saca unos cuantos años y ya sabes que quieren con las jovencitas.
–no se, ni siquiera el sabe lo que tenemos, pero amiga por favor ayúdame está vez, se trata de mi felicidad solo seran un par de dias. Si me ayudas yo estaré eternamente agradecida, es Miami, con Nicholas ¿entiendes lo que eso significa para mí?
–no me gusta la dependencia emocional que estás depositando en el.
–no, te aseguro que está todo bajo control. Hace mucho que no salgo de vacaciones.
–me da miedo Isabella, por ti, por que el te dañe, ya no crees que ya has sufrido mucho.
–por esa razón, por primera vez en mucho tiempo me siento viva de nuevo y feliz. Con Nicholas me siento totalmente completa. Si solamente supieras como el me trata, el me da ese cariño que mi madre ni mi padre me ha dado en años. Con el me siento muy bien y yo se que el un día me quierra tanto como yo a el.
La rubia poso sus manos sobre su cintura y asiento respirando hondo.
–esta bien, te ayudaré está vez, Pero tarde o temprano tu madre tiene que saberlo.
La pelinegra la tomo en un fuerte abrazo con una sonrisa de felicidad.
Isabella caminaba adelante de Nicholas mientras el llevaba la maleta de ella y la de el.
La joven risueña mirababa con asombro cada parte del lugar. La playa frente al lujoso hotel y cada parte del edificio. Se encargó de dar un vistazo mientras Nicholas los registraba en recepción.
El cuerpo de ella cayó encima de la cama probandola, fue lo más suave que tuvo el placer de probar junto a las sábanas de seda.
Nicholas recorrió la habitación dándole un vistazo. Confirme se retiró su camisa para estar más cómodo, hacia calor, demasiada oara su gusto.
–¿y ahora?–ella pregunto con una sonrisa nerviosa.
–a disfrutar estos cinco días juntos.–el propuso con una sonrisa.
–esta cama es muy cómoda.–ella dijo mirando el techo. En un par de segundos ya tenía al castaño encima de ella.
–conozco una buena manera de realmente probar si es tan cómoda.–murmuro besando sus labios cortamente, era impresionante el hecho de como siempre tenía ganas de hacerlo, eso a ella no le molestaba en lo absoluto al contrario.