los besos en el cuello de Isabella la hicieron sonreír aun con los ojos cerrados. El sol de la mañana se asentaba por la ventana de la habitación de Nicholas. Las manos de el la tomaron fuerte de su cintura apegandola más a su cuerpo.
Poco a poco Isabella fue despertando del profundo sueño que sentía, su cuerpo se movió levemente hacia atrás hasta tenerlo a centímetros de su rostro.
–buenos días, preciosa.–el dijo aún con su voz ronca y de buen humor, algo que ella estaba algo ya desacostumbrada al verlo así.
–buenos días. ¿Ya ha de ser muy tarde verdad?
–las nueve.
–mhm.–ella dijo cerrando sus ojos queriendo seguir durmiendo acurrucándose a su lado.
–hoy puede ser un excelente día para pasarlo juntos.–el propuso muy animado.
–estoy cansada Nicholas y es tu culpa.–ella se quejo curbiendose con las sábanas y cerrando sus ojos.
El se rió de ella golpeando suavemente su muslo por encima de las sábanas.
–vamos te daré seis segundos para que seas buena y vengas conmigo a tomar una ducha.
Ella se quejo dándose la vuelta aún con su pereza.
Un leve grito de sopresa salió de los labios de ella al ser tomada por sus fuertes brazos.
Su cuerpo tocó la tibia agua quitándole poco a poco la pesadez de su cuerpo.
El castaño la acorraló contra la fría pared, ahora siendo el quien se mojaba bajo la regadera. La mujer dió una leve mirada a su esculpido cuerpo sintiendo algo involuntario en ella. Trago grueso al sentirlo tan cerca, su calor corporal la hizo casi arder en fiebre, la altura entre ambos era mucho más notoria ahora que ella no llevaba tacones, se sentía muy pequeña a su lado siendo necesario elevar su rostro para poder verlo a los ojos.
El contacto visual fue roto por ella al bajar su mirada totalmente avergonzada, a pesar de el tiempo con ese hombre y todas las cosas que hicieron, aún tenía ese poder en ella en poder intimidarla. Se movió para tomar el shampoo y lavar su largo cabello oscuro.
El hizo lo mismo sin apartarle la mirada de encima haciéndola estremecer. Ella se dió la vuelta quitando la espuma de su cabello, suspiro sutilmente al sentirlo apegarse a ella desde atrás. Mordió su labio inferior al sentir la esponja enjabonada pasar por su cuello siendo Nicholas quien la pasaba por su piel hasta llegar a sus pechos en dónde no fue precisamente la esponja la que lleno de jabón si no las manos de Nick.
Un jadeo se escapó de sus labios al sentir la erección contra su espalda baja.
Su cabeza so movió levemente hasta estar cara a cara. No pasó mucho para que el atacara sus labios en un fogoso beso lleno de lujuria.
Su espalda choco contra la fría pared mientras nicholas la tomaba de sus piernas y la embestía lentamente. Ella se tomaba muy fuerte de sus brazos para no caer. El era muy fuerte y no para nada se mataba en estar en forma. Lo cierto era que ella era como una pluma para el, podía tomarla muy fácilmente. El agua tibia mojaba a ambos mientras gemian al compaz al estar unidos nuevamente. Era un deseo que jamás cesarían y cada vez se volvía una fuerte necesidad.
Sus labios fueron al borde de la taza bebiendo el café que Nicholas le preparo especialmente para ella acompañado de tostadas y fruta.
Mientras el solo tomaba un vaso de leche fría.–felicidades.–el dijo con una sonrisa rompiendo el silencio.
–gracias, estoy tan feliz de haber logrado pasar de año.–ella contesto igual de animada.