Capítulo 38

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Maratón (1/2)

| 29 DE JUNIO, 2024 |


BEATRICES'S POV

—¿Nuevamente estás viendo The Notebook? —escuché a Suki hablar y pude sentir su mirada curiosa desde el marco de la puerta, notando mi desorden emocional antes de que yo siquiera me diera cuenta.—Es la séptima vez esta semana que ves esa película, ¿me vas a decir que sucede?

—No pasó nada... —mentí, mientras secaba torpemente las lágrimas al ver cómo Noah y Allie discutían bajo la lluvia en uno de los momentos más tensos y románticos de la película.

—¿Y por qué lloras? —insistió, sabiendo que algo más estaba detrás—. Nunca lloras en esta parte de la película, siempre gritas como adolescente emocionada porque ellos vuelven a estar juntos...

Era cierto, siempre había sido fanática de la escena bajo la lluvia. El gran conflicto, las emociones a flor de piel, la intensidad de dos personas que se aman, pero que han estado reprimiendo lo que sienten durante tanto tiempo. Para mí, esa escena era perfecta. Excepto hoy.

—Esta vez se me hace emotivo. —Intenté sonar casual, pero mi voz vaciló, traicionándome.

Suki se acercó con pasos suaves y se sentó a mi lado en el sofá. No dijo nada al principio, solo observó la pantalla. Noah estaba gritando, desafiando a Allie a que admitiera lo que realmente quería. De alguna manera, sentí que esas palabras me estaban golpeando directamente. 

—Bea... —Suki dijo mi nombre con suavidad, interrumpiendo mis pensamientos—. Sabes que puedes hablar conmigo, ¿verdad? No tienes que ser fuerte todo el tiempo.

Suspiré profundamente, apretando el control remoto en mi mano para detener la película justo en la parte donde los dos se miraban bajo la tormenta, antes de besarse con toda la pasión que habían reprimido durante años.

—No es eso, Su. No se trata de ser fuerte o no. Es solo que... —me detuve, buscando las palabras correctas, aunque sabía que no existían—. A veces las cosas no salen como una las imagina.

Suki entrecerró los ojos, analizándome. Ella me conocía lo suficiente como para saber que lo que estaba diciendo no era toda la verdad.

—¿Esto tiene que ver con Joe? —preguntó sin rodeos.

—¿Joe? —intenté reír, pero sonó hueco, como si fuera un eco lejano—. No, no es nada serio.

Suki ladeó la cabeza, levantando una ceja, claramente escéptica.

—Bea, ¿a quién crees que engañas?

Desvié la mirada hacia la pantalla, ahora en negro. Sentí que las lágrimas amenazaban con volver, pero esta vez no iba a dejar que me dominaran.

—Lo nuestro nunca fue real, Su. —Finalmente lo dije, más para convencerme a mí misma que a ella—. Solo fue una farsa. Momentos donde confundimos...confundí el cariño con algo más...

Suki me observó en silencio, y yo sabía que ella no se lo creía del todo. No la culpo. Ni siquiera yo estaba segura de si realmente creía lo que acababa de decir.

—Entonces, ¿por qué estás llorando? —preguntó suavemente, como si las palabras fueran un bálsamo para una herida que yo misma había abierto.

—Porque... —mi voz se rompió—, porque no quiero volver a ceder con mis emociones, no otra vez. No quiero volver a sentirme como me sentí con Christian, no quiero sentirme vulnerable. Y con Joe... con Joe fue diferente, porque pensé que podía manejarlo, que solo era físico. Pero luego, todo se complicó.

we can't be friends | Joe BurrowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora