we can't be friends | Joe Burrow

Capítulo 54

BEATRICE'S POV

Ingresamos a la sala de consulta de Arizona, una habitación privada con una mesa y sillas en una esquina, una camilla de revisión y otros equipos médicos. Arizona nos recibió con una sonrisa cálida, como siempre, y nos hizo sentir cómodos. Yo estaba tranquila, segura de que los estudios dirían lo que ya sabía: que no había nada más que ovarios vacíos. No había razón para preocuparse, al menos estaba convencida de eso.

Joe, por otro lado, parecía estar en un estado completamente diferente. Lo podía sentir incluso sin mirarlo directamente, el roce de su brazo contra el mío lo decía todo. Estaba tenso, demasiado tenso para mi gusto. No esperaba que esta situación lo tuviera tan nervioso.

Me acerqué a él, apretando su mano con suavidad.

—Joe, todo va a estar bien —le susurré, intentando transmitirle mi calma.

Él sonrió débilmente, pero aún así pude notar la preocupación en sus ojos. 

Arizona nos indicó que nos sentáramos.

—Bea, Joe —dijo Arizona, mientras tomaba los papeles con los resultados en la mano—, los resultados han llegado, y ya podemos hablar de ellos.

Me senté más recta, y aunque sentía calma porque creía saber la respuesta, no pude evitar un pequeño nudo en el estómago. Miré a Joe, que parecía estar esperando el veredicto con ansias.

—Estás embarazada... —dijo Arizona con una sonrisa, mirando los papeles frente a ella. 

—Yo te dije que no había nada...—comencé a decir mirando a mi novio pero me al darme cuenta de lo que Arizona dijo giré la cabeza hacia ella sin poder creer lo que escuchaba.— ¿Qué acaba de decir doctora?

Arizona, sin perder la calma, asintió suavemente.—Tus estudios revelan que estás esperando un bebé, Bea. Tienes dos semanas de embarazo.

No podía procesarlo de inmediato. Mis ojos pasaron de Arizona a Joe, y de vuelta a la doctora, estaba tratando de entender lo que acababa de escuchar.

—Es que no puede ser posible porque... —murmuré con la voz entrecortada.

Joe, sin dejarme continuar, me miró profundamente con una chispa de emoción en sus ojos—. Mi amor, vamos a ser papás...

Me quedé en silencio por un momento, con mis pensamientos desbordándose, como si todo estuviera sucediendo a una velocidad que no podía controlar.

—Pero... —susurré, buscando alguna lógica en todo eso, intentando comprender la magnitud de las palabras de Joe.

Arizona, notando mi confusión, se inclinó hacia adelante, con una mirada de comprensión—. Es comprensible que esto sea un shock, Bea. Lo importante ahora es que ambos tienen que estar preparados para lo que venga. Pero, créanme, esto es real.

Joe me abrazó de inmediato, dejando que la sorpresa se transformara en una conexión silenciosa. Aunque yo aún no estaba del todo segura de lo que sentía.

—Vamos a hacerlo juntos, ¿sí?

Lo miré, sintiendo el calor de su apoyo y la tranquilidad que él siempre me transmitía, pero ahora había algo más. Algo que cambiaría nuestras vidas para siempre.

—Vamos a ser papás... —dijo en un susurro.

La sensación seguía siendo extraña, como si el tiempo se hubiera detenido por un momento. No sabía qué hacer con todo esto aún, cómo procesarlo.

Miré a Arizona, y con una voz que apenas pude controlar, añadí—. Quiero hablar con la doctora a solas, por favor...

Joe me miró confundido, pero, al ver la seriedad en mis ojos, asintió con una ligera expresión de duda. Aun así, accedió.