Bishop Pov:
—¿Por qué comemos tanto?—Tú y Peter sabrán.
Yelena me miró mal y luego se llevó los platos de su lado de la mesa.
Nos había tocado a nosotras lavar los platos de la merienda.Lavamos todos los platos y cubiertos. Luego los secamos y guardamos. La única que se había estado quejando todo el rato, fue Yelena, como de costumbre.
—Mi cuerpo está a punto de colapsar, por suerte tenemos el resto del día libre —dijo mientras se estiraba.
—Cierto, podré darme el gusto de dormir un rato —sonreí feliz.
La rubia se quiso quedar con los chicos en la sala. Los más grandes también se quedaron charlando. Yo estaba demasiado cansada para acompañarlos, así que solo me dirigí a mi habitación.
—Lindo atardecer —dije mirando por la ventana. Volteé mirando la habitación. Solo tenía una idea en mente.
Rápidamente me cambié a algo más cómodo, tomé el libro que ______ me había dado y salí de la habitación hacia el ascensor.
Llegué a la azotea y sonreí cuando la brisa me dio en el rostro. Quién me dio la bienvenida, fue el atardecer.
Me senté en la zona de descanso, solo para apreciar el cielo unos largos minutos. Volteé a ver el libro.
—Quién diría que me harías leer un libro —reí y lo tomé.
Pasé las otras dos páginas. Y me centré en el siguiente poema.
—"Todos necesitamos alguna vez un cómplice, alguien que nos ayude a usar el corazón" —leí en voz alta.
¿Ella necesita eso? ¿Que alguien la ayude a usar su corazón?
Es entendible. No pudo experimentar por culpa de estar encerrada tantos años. Y ahora que es libre, que puede elegir un camino diferente, debe ser complicado.
Tal vez todavía no sabe que es lo correcto. Tal vez todavía no sabe cómo volver a querer.
Tal vez, ¿ella me dejaría ser su cómplice?
Me puse de pie, me acerqué al borde de la azotea y me apoyé en mis codos sobre éste. Suspiré mirando los edificios.
¿Cuándo piensas volver ______? ¿Acaso no ves que te echo de menos?
—Creí que solo a mí me gustaba venir a aquí...
Esa voz. Es inconfundible. No lo creo. Volteé lentamente encontrándome con la persona en la que estaba pensando.
—______.
—Bishop —pronunció con una sonrisa.
No pude contener la emoción y corrí rápido a abrazarla. Por poco casi cae hacia atrás.
—Sí volviste —dije aún pegada a su pecho. Me separé y la miré—. Volviste —toqué su rostro.
—Volví —sonrió mientras colocaba sus manos sobre las mías.
Sonreí y volví a abrazarla. Extrañaba tanto su aroma. Sentir como rodeaba mi espalda baja con tanta delicadeza, provocaba cosas dentro de mí.
—¿Esto quiere decir que sí me extrañaste? —preguntó en un tono burlón.
—Pff, claro que no —respondí sarcástica.
—Voy a tomar eso como un sí, te extrañé cada segundo que no estuviste —rió y se separó.
¿En serio era real y no era un sueño porque me había desmayado en la azotea?
—Deja de pensarlo mucho, sí estoy aquí —interrumpió mis pensamientos entre risas.
ESTÁS LEYENDO
Il Mio Sorriso Preferito - Kate Bishop
Science Fiction______, una chica que fue capturada por H.Y.D.R.A a muy corta edad y entrenada hasta ser una mujer adulta. Convirtiéndose en uno de los experimentos más fuertes de la base. Un día, decide escapar de la base en la cual había estado la mitad de su vi...