El primer amor hace tu mundo de color de rosas, pero sin confianza se vuelve toxico y manipulador hasta ceder tu poder. Max un empresario, Sergio un Cantante y juntos hacia una vida saludable.
Para darle sentimiento elegí : Tessa de Steve Jablonsky...
Disfruten la lectura.
Fantasía
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La oscuridad por las noches ya no se sentía tan aterradora, siempre venia una chispa iluminando las sombras - Carlos tiene por nombre.
Él me tomaba de las manos y me habría una puerta que al abrirla radiaba luz.
Las pesadillas habían desaparecido, las voces en mi cabeza estaban en silencio, todo parecía normal excepto por los sueños, no entendía, pero sentía la tranquilidad.
Mi cuerpo se relajaba por el recuerdo de estar sintiendo las brisas al estar corriendo en el campo.
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Un hombre me acompañaba, podía verlo sentado debajo de un roble y muchas veces me miraba a lo lejos o simplemente yo traba de alcanzarlo, pero no lograba ver su rostro, mis sueños eran confusos.
En todos los sueños, mi mente terminaba llevándome al campo de tulipanes y me decía que es alguien que conocía y mi corazón lo sabía, sentía paz.
- Era extraño.
Carlos dijo que la depresión hizo que me olvidara de cosas y al parecer la depresión afecto mi memoria episódica. No era ilógico, trate de olvidar a Max Verstappen poniendo barreras, muros y tal vez ese recuerdo pudo estar entrelazado con uno malo que ocasiono Max.
Mis despertares eran tardíos, me estaba acostumbrando de nuevo a la luz y me pesaba abrir los ojos. Pero tenía que alistarme, ya era hora del vuelo.
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El día de muertos en México es fantástico, es como estar en una película y vivir un mundo de fantasía, las calles oliendo a cempasúchil y a pan. El amarillo iluminando las calles y las puertas de cada hogar, formando caminos para que familiares fallecidos puedan entrar y visitar.
Los colores negro, naranja y morado resaltan en estas fechas, ya que están puestas en diferentes decoraciones. Los dulces y calaveritas no pueden faltar en las tiendas, concursos y bailes se veían en todas las plazas de cada lugar.
- El Xantolo, se llama.
Carlos me jalo del brazo y me llevo donde bailaban, no sabíamos los pasos y solo dábamos vueltas dejándonos llevar por el ritmo, las personas solo reían y muchos más se unieron a nosotros, la gente no nos hacía a un lado; al contrario, nos seguían invitando a vivir el día.
