Sólo yo puedo tocarte

CAPITULO IX

No se les pase escuchar la canción es importante

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Humano

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Aunque el miedo es una emoción natural, también es la emoción que puede derrotarte, aunque intentes luchar. El miedo puede derribarte y destruirte sin poder avanzar.

¿Pero por protegerte?

El miedo puede consumirte poco a poco de acuerdo a tu temor. Pero eso, no quiere decir que no puedas dejar de tener miedo. Es una lucha constante; al cual tú tienes que afrontar a tus peores pesadillas. Tienes que encarar tu temor y dejar de ser vulnerable. Mostrar tu poder y no ceder ante tu miedo.

A mi aún me cuesta. El decir; es una cosa y el hacer es otra.

Mi miedo fue creado por alguien a quien amo y no es por dejar de amarme. Si no porque al tocarme, solo vi la parte cruel y sin sentimiento que se esconde detrás de él.

Su satisfacción sexual es muy diferente a la mía, pero eso nunca se lo reproche, sentirlo en mi me fascinaba. Pero cambio, cuando con un " NO" no se detuvo y me lastimó.

Me provoca miedo, por qué también dejo que alguien más me tocará y me odio a mí mismo por disfrutar de algo que no estaba bien.

Qué clase de ser goza en su violación ¿Qué fue eso?

Su mirada en aquella tarde solo era abismal, la forma en que ocupó fuerza ante mí solo me quebraba. El Max cariñoso ya no era el, su mirada, su amor, su carisma, su valía e incluso tal vez su alma no era al mismo al de la primera vez.

Verlo entrar por la puerta el miedo me flagelo y mi cuerpo solo quedo inmóvil.

Mi voz dejo de tener sentido, nadie me escucho la última vez. Hacer fuerza, ya me era en vano. Su precia no me hacía llorar solo estaba ya en la completa rendición.

Las vibraciones de su voz al decir – Amor ¿por qué me miras así? Daban escalofríos a mi ser. Sus palabras solo me daban ordenes y una vez más el miedo se apodero de mí, mi cuerpo comenzó a reaccionar y el miedo que yo le expuse con la mirada, lo expulsé. Termine vomitando encima de él.

– ¿Sergio? – Decía al verme con un rostro desconcertado.

Mi cuerpo solo me arrodillo ante él vomitando nuevamente.

El al tocarme el hombro al querer ayudarme, solo me alejo de él, arrastrándome apresurado tratando de correr.

– ¿Amor? ¿Qué pasa? Mencionaba mientras me seguía.

Mi espalda toco pared y no tenía más a donde ir.

Tres palabras le mencionen como protección antes de que mi voz se extinguiera completo.

– ¡Vete!, ¡Aléjate! y ¡Déjame en paz!

Quería llorar, pero mis lagrimas no salían, mi pecho pedía a gritos ayuda y mi voz solo callaba.

– ¿Sergio? Abre la puerta ¿Por qué cerraste? – Decía Kelly. Ella tocaba y tocaba esperando a que yo abriera.

El sonido de la puerta era cada vez mas fuerte, como si la estarán golpeando a martillazos y pareciera que yo padeciera de disfonía.

Cerré los ojos y pidiendo que mis ataques ya se acabaran. – Que todo esto solo fuera un sueño. Los golpes de la puerta y la voz de Max diciendo ¿estas bien? Rondaban en mi cabeza a cada segundo.