Sólo yo puedo tocarte

CAPITULO XVI

No se olviden escuchar la canción.

Sombras 

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¿Por qué la oscuridad es tan aterradora? Me acostumbre a ella, pero ahora eh vuelto a mi lugar de retorno. Tuve el valor de confrontar a mi miedo. Pero ¿Por qué tengo esta sensación de mal perjuicio? – Yo sé que no me equivoque, pero ¿Por qué duele?

Estoy tan confundido como atrapado en este ciclo de locura que no me deja pensar con claridad. – Yo no cometí el error. Pero como siempre hay un, pero. Pero porque me tiene que doler así. Esa sensación oscura la sentí dominarla y me agrado, por primera vez me puse frente a él y le expresé lo que sentía, sin sentir miedo.

Estoy batallando conmigo mismo y ya estoy muy cansado. – Siempre es lo mismo.

Decirle lo que sentía no me quito el peso que tengo por qué aun la siento. El color gris que veía, se retorna nuevamente en la oscura. – ¿Por qué?

¿Qué fue ese impulso? Si después yo me lamentaría por ello. ¿Por qué me duele?

Porque me duele haberlo visto así. - ¿Por qué?

Porque no puedo disfrutar de ello si el hizo eso conmigo – ¿Por qué?

¿Soy tan débil incluso para eso?

Después de haber escuchado su auto partir, me tome un respiro para después analizar lo que había ocurrido con George. Tenía el labio sangrando con la mejilla toda roja, su piel blanca marcaba perfectamente los golpes. Sostenía un pañuelo con el cual detenía el sangrado de la nariz. Solo sonreía – Estoy bien, decía al ver que solo lo observaba.

Mi vida esta enlazada con la desgracia, provoco que personas a mí, sean heridas y lastimadas. No había nada bueno en mí. – ¿Por qué simplemente no se alejan de mí?

¿Podrían cuidar a George por mí? – pregunte, dejando la pregunta al aire. Mis padres solo me miraron. – Estaban confundidos.

¿Dónde iras? Pregunto rápidamente Daniel.

Quiero caminar – solo conteste.

Ante eso, George se negó a quedarse ¿Quiero acompañarte? menciono. Su respuesta era confusa para mí. Me miraba con preocupación.

– Quiero estar solo por favor, recalque tomando la chaqueta para salir de casa. Camine sin rumbo esperando aclarar mi mente. Sin darme la vuelta solo trate de aparentar tranquilidad y serenidad para no mostrar con función en mi batalla conmigo mismo para así no dejar preocupación.

Estar caminando sin rumbo, fue como estar flotando a esperar a donde te llevaría el viento. Y el viento me trajo al rio Senne.

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Buenas noches señor. Disculpe la molestia, soy un bartender y tome el teléfono de Señor Verstappen, entre a contactos y encontré una que decía hermano. Así que le marque para decirle si haría el favor de venir por él ¿podría hacerlo? está muy ebrio. – Entiendo puede darme la dirección. – Claro.