04. Tu Indiferencia

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(Parker's POV)

Sigo a los chicos a una de las fiestas en la zona de fraternidades. Habrán muchas chicas allí y de hecho, es muy de seguro que más de una querrá besarme y hasta hacer cosas divertidas conmigo. Pero...

De pronto la idea de esto ya no me apetece tanto.

Emma, una de mis compañeras, siempre anda siguiéndome y buscándome en todo lugar y por supuesta, ella tenía que estar aquí también.

Suspiro. La fiesta se está llenando de chicas y veo como todas comienzan a agruparse cerca de nuestro grupo.
Busco entre la multitud un rostro, pero sé que jamás ella estaría aquí.

Amaría verla siendo como las demás chicas, que se dejara hacerse ver lo hermosa que es. Pero no. Definitivamente está en su departamento, estudiando, muy seguramente.

Ruedo los ojos deshairado. Es tan desilusionante su indiferencia.

Hoy con costos pude hablar con ella. ¿Qué nada de besos? ¿Cómo es eso? ¿De qué me serviría que fuera mi novia falsa si no la puedo besar?

Suspiro desilusionado.
Bueno, al menos me ha aceptado.
Estaba muy feliz cuando finalmente me dijo que aceptaba la propuesta. De hecho, no me lo pude creer al inicio que había podido hablar con ella y hacer la propuesta.

Incluso me ilusioné de que al día siguiente podía empezar a ver su reacción hacia mi. Y que quizá podría hacer que empezara a "fingir" ser mi novia desde ya en el instituto. En cierto modo eso me benefiaría, porque, no tendría tanto la atención de otras chicas en mi y me dejarían descansar de todas ellas.

Pero a los días que han pasado y ella con costos se ha dignado a mirarme.

Lo peor es que no se da cuenta de todas las veces que la miro. Soy demasiado obvio. La miro constantemente durante el día, en el aula, en recreos, cuando almuerza o toma café en la cafetería e incluso cuando terminan las clases y se va directo para su departamento.

Pero no, ella definitivamente no quiere nada conmigo. Tengo que comenzar a mentalizarme esa idea.

Tenía la ilusión de que al aceptarme de esta forma estuviera emocionada. Al menos enojada, nerviosa. Algún tipo de reacción después de todo.

Aunque cuando le pedí que fuera mi novia falsa, ella se ufuscó un poco y más aún cuando la llamé nerd sin parar. Siempre he sabido que la molesta y justamente por esa razón más lo hago.

Es sexy cuando se enoja.

Es una chica especial.
Al menos le daré una oportunidad cuando sea la fiesta de mi madre. Espero que de ahí surja algún sentimiento en ella. O al menos el que yo le atraiga. Pero es que ella parece ser inmune a todo.

He me quitado la camiseta enfrente de ella. He caminado frente a ella así.
Ella suele ir a la piscina del campus a nadar los miércoles y viernes en la mañana. Así que he nadado en la piscina en su presencia y me pavoneado delante de ella con el cabello mojado. Flexiono mis músculos a su vista. Tengo abdominales completos. ¿Y por qué no se da cuenta? ¿Quién en su sano juicio se resiste a los encantos de Parker Harrison?

Aun estoy debatiéndome si lo que tengo un encaprichamiento con ella de que me mire, de que me note. De que se derrita por mi como las demás. Todas lo hacen. Y ella no.

Me desespera. Me vuelve loco.

Llevo mi mano a mi pelo y me lo jalo con fuerza hacia atrás.

Las chicas se comienzan agrupar cerca de mi y comienzan a sonreírme ya. Incluso hay más de una que no se contiene de lanzar una mirada lasciva hacia mi.

Pero, no quiero.
No las quiero a ellas.

Estoy en un momento en que pueden llegar quinientas mujeres sexys y altamente atractivas y me podrán decir de todo, que no me importarían.

Pero si ella llegara y me lo dijera. Si se mostrara interesada en mi. Con ella mi ego masculino incrementaría a un mil por ciento.

De hecho, he de admitir que su indiferencia me ha bajado la autoestima. Ya no me siento tan poderoso y seguro delante de ella.

Pienso que mejor voy por una bebida. Voy a la mesa principal y me sirvo una cerveza. Emma está a mi lado ya.

-Mmm... Parker... -llama ella con tono insinuante. Yo no me volteo a verla, solo la miro por el rabillo del ojo.

-¿Sí, Emma? -pregunto con un poco de indiferencia en mi voz.

-Mmm.. Era para decirte que, estoy disponible esta noche.

Ella una vez estuvo conmigo y ahora cree que yo siempre quiero con ella. Pero a pesar de que es muy atractiva, no me apetece en este momento.
De hecho, he llegado a pensar que haberme metido con ella, fue un error enorme de mi parte.

Trato de pensar en alguna buena excusa.

-Hoy no estoy de humor para eso -digo en vez.

- Pero yo podría ponerte en el humor para eso, ¿sabes? -se acerca a mi de manera provocativa y pone una mano en mi brazo.

-Mmm.. No, de verdad, Emma. Hoy no-digo firme-. Lo siento.

Tampoco me gusta jugar con las mujeres. Si ellas se prestan para hacer cosas divertidas yo las acepto pero, tampoco me gusta que me tomen como juguete de ellas. Para eso, yo las respeto y pido lo mismo a cambio.

La escucho bufando yéndose furiosa a reunirse con su grupo de amigas. Esta enojada porque esta vez ya no lo tomé más en cuenta.

Sigo bebiendo mi cerveza tranquilamente. Y me acerco a mis amigos. Liam y Alex tienen a dos chicas hermosas cada uno a su lado.

-Mmm chicos, ¿En dónde se ha metido Jamie? -miro a mi alrededor buscando al pelirrojo de mis amigos.

-Está arriba con alguien-. Liam me señala arriba hacia las escaleras.

-Oh, bueno -digo un poco serio, en realidad estoy celoso de que ellos puedan y yo ya no. Y aunque no quiera admitir estoy celoso también porque me encantaría que fuera con una persona en especial.

Ni siquiera me pusieron atención a mi respuesta porque ya se están besando con sus chicas. Yo solamente resoplo amargado por mi situación.

Qué difícil. Qué duro.

Camino hacia afuera de la fiesta porque ya tenía a tres chicas más zumbándome los oídos de cerca.

Afuera respiro el aire fresco. La noche está calma. Es primavera. Los árboles tienen flores ya. Y yo solo pienso ahora en las ganas de regarle unas flores. Pero apenas pueda, si es que me deja, le preguntaré cuáles son sus favoritas.

A ella le gustan mucho los vestidos de flores, por cierto. Hoy se veía hermosa con ese de margaritas que llevaba puesto.

Ruedo los ojos. Qué idiota que soy. Me llevo la mano a la cabeza y me jalo el cabello. ¿Por qué me tenía que pasar esto? ¿De verdad tan desesperado estoy?

Estoy pensando seriamente en que yo ya no me puedo resistir más a los encantos de Kailey Jackson, aunque ni se entere que los tiene. Y ella, sí que se puede resistir a mi...

Por ahora.

Novia FalsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora