(Parker's POV)
Una semana ya ha pasado desde que el trato comenzó a estar en vigencia. Y yo solo estoy dándole vueltas una y otra y otra vez a todos los pequeños instantes que he interactuado con ella.
Me estoy volviendo loco esperando. Ella sigue siendo tan indiferente de mi que justamente ese tipo de comportamiento hace que me intrigue más y que me sienta cada vez más atraído hacia ella.
Parezco un niño pequeño encaprichado por querer un nuevo juguete. Solo que en este caso, a ella no la veo como un juguete. No deseo jugar con ella. Es más, quisiera que ella fuera la que jugara conmigo. Creo que si ella me eligiera, yo fácil me dejaría que hiciera conmigo lo que ella quisiese, incluso si eso hace que ella tome mis anhelos hacia ella y los tirara a la basura junto conmigo.
No sé qué me pasa.
Primero la veo salir de clase. La veo de lejos irse a su departamento. Luego me voy tras de ella a cierta distancia para que no se percate de mi intromisión.
Veo como entra a su edificio de departamentos y yo al cabo de unos minutos entro también. Subo las escaleras para cuando ella ya entró a su departamento.
¿Qué hago aquí como idiota parado frente a su puerta?
¿Es que acaso quiero hablar con ella?
De hecho, sí.
Quiero hablar con ella y saber qué pasa por su mente cuando me ve, cuando piensa en que tiene que fingir ser mi novia.Pero, al mismo tiempo soy demasiado idiota y no me atrevo. Puedo admitir que ella me pone nervioso.
Ninguna otra chica en mi vida me ha puesto nervioso. Es más, yo soy siempre el que las pone nerviosas a ellas. Yo siempre me lleno de orgullo y mi ego se va al mil cuando las veía que se sonrojaban en mi presencia. Aunque ahora, es todo lo contrario.
Trato de fingir seguridad ante ella. Trato de llenarme de valor y tratar de molestarla como lo haría con cualquiera pero en el fondo estoy que me orino del miedo.
Escucho de pronto pasos que vienen de vuelta. Y corro a esconderme detrás de una de las esquinas del piso de su edificio de departamentos.
La veo salir de su departamento con ropa deportiva. Mis ojos se agrandan como platos cuando la veo con un top y unos leggins de correr.
¡Dios Santísimo!
Los leggings son apretados a su cuerpo. Puedo ver sus curvas con extremo detalle y mi vista cae de inmediato a la curva de su trasero.
La veo de arriba a abajo varias veces, apreciando cada detalle, mientras baja las escaleras.
Sus músculos en piernas y brazos, aunque pequeños pero sensuales como el demonio.
Una sonrisa ladina se dibuja en mi rostro apreciando esos detalles. Pero inmediatamente mientras la sigo me doy cuenta de que no soy el único admirador.
Mierda, ella va así vestida para correr y de pronto me siento muy celoso de que salga así y que la vean otros chicos en el campus.
La sigo y aunque ella no se dé cuenta, miro a los demás chicos que la miran con mirada amenazante.
Joder, realmente no me hubiera imagino que la nerd, sabelotodo, rata de biblioteca es también una atleta.
Sí, sabía que iba a nadar pero, con esto me reafirmo que su cuerpo se ha logrado con su esfuerzo.
Ella como siempre va complemente en su propio mundo, pasando desapercibido todo su alrededor.
No nota como los chicos la miran, ni se da cuenta de que yo la sigo.
Tiene los cascos de sus audífonos en los oídos escuchando música y en una mano lleva una botella de agua.
Pone la botella de agua en el suelo y comienza a estirarse. Se arrodilla y flexiona sus piernas. La vista de su trasero es increíble desde aquí.
Noto como más chicos la miran y yo solo los miro furioso. Yo la he visto primero, vayan y se buscan a otra, por favor.
Ellos se dan cuenta de mi mirada. Unos se ríen, mientras que otros, que son la mayoría les logro infundir el suficiente miedo como para que dejen de mirarla.
Luego de esto, se pone a trotar. Empieza con un paso lento y conforme cada vuelta que da, su velocidad aumenta un poco más.
Se me hace tierna y sexy a la vez. Y lo peor es que ella no se da cuenta que desde este punto la estoy mirando.
Al cabo de una hora, termina de correr. Y yo la veo donde va ahora de vuelta para su edificio.
Su piel brilla bajo el sol dorado del atardecer. Su flequillo está húmedo, así como las orillas de su cabello en general y tiene las mejillas rojas. Se ve tan sexy.
Se me hace tentadora la idea de poder acercarme a ella y fingir que me la encontré de pura casualidad y comenzar a molestarla con que si necesita a alguien que le ayude a limpiarse el sudor.
Pero eso sería muy pasado de mi parte. Así que prefiero permanecer oculto desde esta distancia en la que estoy.
Inmediatamente, tengo la loca visión en mi mente de verla debajo de mi en ese estado. Su cuerpo hirviendo y mojado apretado contra el mío, mientras la beso y la hago mía. Un escalofrío recoge mi cuerpo y siento como reacciona con solo mi imaginación.
Umm no, aquí no.
Tengo que controlarme. Respiro un par de veces profundo.
Desde una distancia prudente, la sigo nuevamente. Veo como va bebiendo agua de su botella mientras camina ágilmente a pesar de que debe estar cansada por el ejercicio que ha hecho.
Llega a su edificio y yo camino detrás de ella. Sube las escaleras y yo solo la veo desde afuera. Una vez dentro de su departamento yo me atrevo a subir las escaleras y pararme en su puerta.
Suspiro y me inclino en la pared de su departamento.
El lugar está completamente en silencio y puedo oír desde aquí como se prende su ducha.
Mi imaginación otra vez empieza a volar al saber que ella se está duchando, que está desnuda bajo una cascada de agua, toda mojada y enjabonando su cuerpo.
¡Ay, Dios, todas las cosas que le haría si estuviera ahí!
Una parte muy profunda en mi desea poder estar ahí y ver esa imagen de ella con mis propios ojos y hacerle las cosas que me he imaginado.
Por segunda vez, mi cuerpo reacciona ante las imágenes en mi cabeza. Meneo la cabeza tratando de sacar esos pensamientos de mi mente.
Al cabo de unos minutos, resoplo refunfuñando en mi interior por ser tan raro. La he seguido y la he observado todo el rato y he perdido muy seguramente varios minutos haciendo el tonto detrás de una chica que pasa de mi existencia.
¿Desde cuando soy su acosador?
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Novia Falsa
RomanceParker Harrison es el chico más popular del Instituto, capitán del equipo de fútbol y proclamado como el más guapo de todos los chicos del instituto. Las chicas siempre parecen moscas encima de él esperando a que él las note. Siempre tiene una cita...