La debilidad del Alfa

Capitulo 17. Traición

Tomar esta decisión no ha sido para nada fácil, enfrentar mis demonios de frente era algo que no hubiese considerado en toda mi vida.

Pero ahora mismo no soy la misma que vivió con ellos durante veintiún años.

Le he pedido a Adam que la saqué del calabozo, no quiero hablar allí con ella. La última vez que estuve allí no lo pasé demasiado bien y es algo que no quiero repetir.

Adam ha accedido y la ha trasladado a una pequeña cabaña que hay junto al lago. Nos esta desprotegida ni mucho menos creo que ha puesto allí a a la mitad de sus hombres.

Me encuentro en la puerta de la casa, Adam me ha acompaña, pero es algo que debo hacer yo sola por lo que le pido que me espere a fuera.

Giro el pomo de la puerta y lo que veo me hace temblar. Nada o poco queda de la Luna que conocí. Está totalmente demacrada, tiene una mano vendada y múltiples heridas por todo el cuerpo. Lleva su vestido rojo favorito, o lo que queda de él.

Paso y me siento en una silla frente a ella. Sé que no me puedo hacer nada está encadenada con plata, y aunque no lo estuviera no creo que le queden demasiadas fuerzas para atacarme.

--- Debí haberte matado aquel día...---dice sin levantar la cabeza del suelo.

--- Por qué? ---

--- Y porque no! Yo no tuve la suerte de crecer en una familia de alto estatus, mi madre fue violada por un Alfa y parte de su guardia. La abandonaron creyendola muerta, pero a la vista está de que no lo estaba...
Dio a luz sola en una pequeña cabaña podría decirse que muy parecida a esta. Durante toda mi infancia fui humillada, maltratada y odiada por nacer de una violación. Qué culpa podía tener yo!---

--- Yo no tuve nada que ver y creo que mis padres tampoco ---

La habitación se llena de sus risas, una risa incontrolable y enfermiza.

---No, claro que no. Pero s mi eso ya me daba igua. Me gustaría contarte un poco más... un buen día mientras dormía, cogí un cuchillo del cajón y se lo clavé en el corazón tantas veces como me fue posible, solo paré cuando estuve realmente agotada. Salí de esa casa de podredumbre y vi al hijo de los alfas, desde ese momento supe que yo sería su luna. Ocupe una identidad que no me pertenecía, pacte con el mismísimo diablo y conseguí estar a su lado. Pero siempre algo debe de torcerse y su verdadera compañera apareció en escena, no me fue difícil deshacerme de ella, ni siquiera la había marcado, yo soy su paño de lágrimas y gracias a un brujo conseguí que su aroma fuese ahora el mío. El muy idiota me reconoció como su compañera. Ya tenía todo lo que quería. Pues no! Quería más, mucho más, lo quería todo. Comencé a leer e investigar, descubrí la ubicación de tu manada y todo lo que le hacía especial. La primera manada, la original, ellos eran los primeros descendientes de la diosa Luna...---
Hace una pausa y comienza a toser sangre.

--- Entonces te emparejaste con tu hermano? ---

No me muevo la dejo ahí escupiendo sangre, no siento lástima, rabia o pena por ella. Creo que estoy vacía no siento nada.

--- Yo no lo veo  así. Además eso no es importante lo mejor fue hacerme amiga de tu madre fue muy fácil la verdad, ella era tan inocente. Por cierto eres igual a ella. Planee todo al detalle, una noche de cacería me escabulli y te saque de la cuna, para después entregarte al brujo y este te sacó de la manada. Más fácil  de lo que pude imaginar. Tud padres se volvieron locos, no cesaron en buscarte y dejaron la manada desprotegida. El mejor momento para atacar y conseguir los terrenos sagrados. Cuando ya lo tenía todo fui a recuperarte y a darte muerte, pero vaya la niñita era parte de la magia que allí existe, si te mataba no podría obtener todo el poder que deseaba. Por lo que debíamos esperar a tu veintiún cumpleaños pero vaya el tonto de Steven tuvo que fastidiarlo todo con el tratado... y lo demás ya lo sabes ---

Me levanto de la silla, me acerco un poco más hasta ella, esta levanta la cabeza y me dedica una mirada de odio.

--- Si tan solo me hubieses tratado bien, te habría ayudado a conseguir lo que querías. No conocía la historia me podrías haber criado como a tu propia hija... ---

--- Jamás! Tú eres el recordatorio de lo que yo nunca fui. Te odio más de lo que he odiado a nadie en toda mi vida...---

Me doy la vuelta y abro la puerta.

--- Adam podéis devolverla a ese agujero ---

--- No! Basura matame ahora mismo, no me puedes hacer esto--- grita tan fuerte que me retumban los oídos.

Cierro la puerta y me subo al coche. Necesito volver a casa, necesito estar tranquila, necesito olvidar...

....

Austin irrumpe de golpe en la casa, son pasadas las nueve de la noche debería estar en casa con Megan.

--- Adam, Adam no sé cómo ha pasado, pero no está...---

--- Quién no está? Habla despacio y claro porque no estoy entendiendo nada ---

--- Luna Amanda ha desaparecido, su celda estaba vacía y el guardia de la puerta muerto ---

Doy un gruñido que se escucha en toda la Manada. De una patada lanzo la mesa del salón por los aires.

--- Averigua ahora mismo quien ha visitado los calabozos, quien nos ha podido traicionar. Juro ante la luna que pagará con su vida esta traición---

Se viste y sale de la casa disparado. Obliga a Austin a quedarse para protegerme. Pero yo no puedo consentir que Megan esté sola en casa. Por lo que le pido a uno de los guardias que la traiga hasta aquí junto a sus cosas. No sabemos cuanto le queda para dar a luz y no quiero que lo haga sola, si Austin se tiene que quedar conmigo quiero que ella también lo esté.

Pasada media hora Megan ya está acomodada en una de las habitaciones de invitados y pasadas dos horas estoy deseando amordazarla para que no diga una sola palabra más.

La quiero mucho pero a veces es demasiado intensa. Creo que Austin me comprende perfectamente.

--- Voy a descansar y ustedes deberían hacer lo mismo --- le dejo un beso en la mejilla a Megan y subo hasta el dormitorio.

Antes de dormir me asomo por la ventana y veo como la casa está rodeada de soldados y pienso por un momento que solo falta Amalia.

Amo que quiera protegerme pero creo que es innecesario ponerme tanta vigilancia.