Capitulo 14. Ojo por ojo

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Llegó a casa y para mí desgracia él ha llegado antes que yo.

Está muy enfadado pero está vez me da igual. Comienza a gritar, y a decirme lo inconsciente que soy, que no soy capaz de cuidar de mi misma, que aún no tengo un lobo para defenderme y tampoco se defensa personal... Y así un montón de improperios salen de su boca.

Esta vez no agachó la cabeza, por mucho que lo quiera no me voy a someter. Él lo ve y usa su voz de Alfa pero por alguna extraña razón no me afecta, no agachó la cabeza en sumisión más bien lo desafío con la mirada.

El parece desconcertado, lo dejó con la palabra en la boca y subo acostarme. Esta noche no voy a hablar con él, si mañana atiende razones tendremos una conversación.

....

No lo entiendo he usado mi voz de Alfa con ella, tiene mi marca y ya es parte de mi manada por qué no ha obedecido, pero no sólo fd eso sino que me ha retado con la mirada. Creo que ella esconde algo y algo muy importante. Nadie ha sido capaz en toda mi vida de desobedecer una orden. Quizás ella también posea sangre de Alfa pero por qué no soy capaz de olerlo en ella?
Recuerdo el informe que me dejó la bruja, con todo este lío en la manada lo había olvidado.

Busco entre los papeles de la mesa, tienen que estar aquí, después de lanzar todo al suelo encuentro un pequeño dosier.

La verdad sobre Emily Scott

Porque me resulta tan familiar ese apellido, no soy capaz de recordar. Lo abro y comienzo a leer.

Veintiún años atrás la primogénita de los Alfas de Luna Nueva desapareció de la nada, un bebé con una marca de media luna detrás de la oreja derecha.

Sus padres la buscaron por tierra y mar y no fueron capaces de dar con ella, pidieron ayuda a un brujo pero este tampoco la pudo localizar. Sumidos en la tristeza abandonaron la manada, entre ese desconcierto sufrieron un ataque que acabó con el noventa por ciento de sus integrantes.

Los pocos que quedaron con vida fueron absorbidos por la manada Luna Roja....

Sigo leyendo y cada vez me doy más cuenta de que esos malditos alfas estuvieron al frente del secuestro, pero por qué? porque quedarse con una manada tan reducida y diezmada.

Creo que aquí hay algo más que debo descubrir.

Termino el dosier y ya sé de dónde viene pero no tiene ningún pariente vivo, todos murieron en el ataque.

Creo que es hora de bajar al calabozo
y sacar la información que necesito con sangre. Hasta el momento la había dejado allí olvidada pero es hora de cobrarme mi venganza.

Mañana bajaré y le sacaré las palabras con sangre si es lo que desea.

Dejo los papeles sobre la mesa y voy al dormitorio, Emily está dormida, más bien se hace la dormida pero esta noche no quiero más peleas. Mañana por la mañana hablaré con ella y le contaré sobre mis descubrimientos o más bien los descubrimientos de Amalia.

Que coraje me da que esa mujer siempre vaya un paso por delante de mí.

Tomo una ducha y me meto en la cama cuando cree que estoy dormido veo como se levanta y se sienta en el alféizar de la ventana.

Desde que llegó es algo que le gusta hacer, creo que antes no tenía ventanas, se puede pasar las horas muertas mirando el cielo estrellado.

....

--- No piensas dirigirme la palabra ---

--- No, hasta que me pidas perdón, creo que lo merezco yo no hice nada más que preocuparme por ti ---

Reflexiona un momento y me doy cuenta de que en parte tiene razón debí avisarle de la cacería y no lo hice. Pero es que es tan difícil para mí pedir perdón, mi orgullo a veces es mayor que mi amor por ella.

--- Lo siento, vale estás contenta ahora... --- respondo bajito y de mala gana.

--- Por ahora me vale ---

--- Ayer descubrí algo ayer te interesara saber ---

Le entrego el dosier y le dejo tiempo a solas para que lo lea. Se que todavía no tiene mucha soltura y tarda un rato más de lo normal en leer. Espero el tiempo suficiente y vuelvo a la cocina.

Cuando la miro veo sus ojos llenos de lágrimas, me acerco a ella y la consuelo.

--- Yo tenía unos padres que me querían, no me abandonaron, no dejaron de buscarme. Ellos... ellos me robaron de su lado, me hicieron pensar que no valía nada, que no tenía nada en la vida, que era una basura y lo mejor de todo es que yo les creí ---

--- No te mortifiques, no tenías elección, tú creciste allí no podías recordar nada, eras un bebé cuando te arrancaron de sus brazos. Pero no dudes que acabaré con ellos de la manera más cruel que puedas siquiera imaginar---

Nos quedamos un rato en silencio abrazados. Limpio sus lágrimas y le pido que llame a Austin y que vayan a la biblioteca allí podrán encontrar información sobre su manada y con suerte podrá conocer algo más de ellos.

Mientras tanto tengo asuntos que atender, esa perra pagará con sangre todo lo que le ha hecho a mi chica.

Camino hasta los calabozos esta vez el hedor me da igual, bajo hasta la tercera y última planta. Pido al guardia que abra la puerta metálica, en el momento de abrirla el olor que emana ese cubículo es insoportable.

La rubia prepotente y desagradable está agazapada en un rincón. Ha perdido bastante peso y su piel comienza a caerse. No estoy seguro pero creo que igual tiene la lepra por lo que opto  por no acercarme demasiado a ella.

Sacó una linterna de mi bolsillo y la enfoco directamente, ella se tapa la cara parece que después de algo más de un mes aquí encerrada la luz le daña los ojos.

--- Ya sé lo que hicisteis en Luna Nueva, sé que vosotros os llevasteis a la niña y también sé que conspirasteis para quedaros con su manada, lo que no entiendo es por qué? apenas sobrevivieron miembros y el territorio era pequeño pero estoy seguro de que tú me vas a ilustrar...---

Me pongo unos guantes y una mascarilla, saco unas tijeras de podar de mi bolsillo y le corto un dedo, los gritos de esa perra inundan la estancia, como sigue sin hablar esta vez corto otro...

Está aguantando bastante bien le he cortado todos los dedos de una mano y sigue sin decir una palabra, es hora de que le arranque un ojo.

Cuando ve el instrumento acercarse pide clemencia, promete contarmelo todo si le doy una muerte rápida.

Accedo y espero a que me cuente cada detalle de su historia...

La debilidad del AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora