Psycho killer- talking heads
Aviso: escenas gore.
[¿....? Pov]
Estaba en una pequeña cabaña en un bosque lejano a la ciudad. Esta solo tenía una cama en su interior, una pequeña mesa de luz una neverita portatil, un baño y una sola luz encima de la gran cama.
Me encontraba observando con una sonrisa a la mujer atada frente a mí. Esta estaba acostada en una cama de madera, la cual no tenía colchón; solo había unas sábanas.
Yo tenía un cuchillo en mis manos, manos que estaban cubiertas con sangre de la mujer. La mujer tenía en su boca una mordaza para que no gritara y estaba completamente desnuda, con esposas en los brazos y piernas.
La seguía viendo sangrar por los cortes que le hice, con una gran sonrisa perturbada me acerqué para subirme encima de ella, poniendo mis brazos a los lados de su cara para mirarla a los ojos y hablar.
- ¿Estás asustada, verdad? Eso me gusta. Me encanta ver el miedo en tus ojos. No sabes lo excitante que es eso para mí.
Hablé para luego agarrar mi cuchillo y ponerlo bajo su barbilla sin cortar ni hacer nada. Con una pequeña sonrisa, la miré unos largos segundos en silencio mientras sentía cómo la respiración de la mujer se aceleraba. Comenzó a moverse rápidamente mientras lloraba desesperadamente, y se escuchaban pequeños gemidos mientras se movía.
Comencé a reírme y me senté encima de ella, estirándome un poco para alcanzar los cigarrillos que estaban en la mesita cerca de la cama. Los prendí y me quedé un rato encima suyo, observándola mientras lloraba. No podía evitar reírme al tener a esta hija de puta llorando frente a mí.
Su cara de desesperación era como una obra de arte para mi, sus ojos llenos de lágrimas y completamente rojos de tanto llorar. Su cara con manchas de sangre...
Prendí el cigarrillo y, mientras fumaba, dejaba caer las cenizas en su pecho y sonreía cada vez que la chica me miraba con asco.
Seguí un rato fumando, llenando la habitación de humo y olor a sandía. Al terminar de fumar, apagué el cigarro en uno de los pechos desnudos de la mujer, haciendo que esta se retorciera del dolor.
Mierda, sus gemidos de dolor hacían que mi pene se pusiera tan duro como una puta piedra, pero jamás en mi vida se lo metería a una mujer como esta.
Aunque la cogería igual, mi padre me dijo que solo la torturara y la matara luego.
—Es una pena que tenga que matarte. Me hubieses servido para divertirme, pero mi padre me obligó a solo torturarte con mis cuchillos —solté una carcajada y coloqué nuevamente la navaja bajo su barbilla.
—Me hubiese gustado escuchar tus gemidos al meterte mi pene en el culo —me reí nuevamente, apretando un poco el cuchillo que tenía bajo su barbilla.Su mirada cambio un poco, sus ojos bien abiertos y su cejas alzadas me hicieron dar cuenta que le dije sobre mi padre. Bueno no importaba porque de todas formas está mujer va a morir.
-Si, mi padre me ordenó hacer esto JA! ¿Es un poco loco no? Usualmente los padres odiarian la idea de que su hijo mate a gente, pero mi padre está loco! -comencé a reír histéricamente sacando mi cuchillo de su barbilla y clavandolo con fuerza en la mano de la chica que estaba atada por ensima de su cabeza.
_¿Tu crees que él eso? -le pregunte a la chica que solo se retorcia debajo mio.
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Hasta mi último suspiro
Genel KurguGuarda silencio cuando no tengas nada que decir, cuando la pasión genuina te mueva, di lo que tengas que decir, y dilo caliente -D.H. Lawrence