El lunes por la mañana, el ambiente entre nosotros seguía raro. Al verlo en la entrada del colegio, algo dentro de mí sabía que la plática del sábado no se había quedado en el parque. Aún no sabía cómo procesar todo lo que había dicho, lo que ambos habíamos admitido sin decirlo claramente. Pero ahí estábamos, evitando el tema como si nunca hubiera ocurrido.
—Hola —saludé, intentando sonar casual, pero mi voz no me acompañaba del todo.
Nicholas levantó la vista de su teléfono, sonriendo brevemente antes de apartar la mirada. —Hola —dijo, sin mucho entusiasmo. Todo en su postura gritaba incomodidad.
Caminamos hacia el salón en un silencio incómodo, sin las bromas habituales ni las conversaciones que normalmente nos llenaban las mañanas. Intenté buscar algo que decir, cualquier cosa que rompiera la tensión, pero las palabras simplemente no llegaban. ¿Cómo se suponía que actuaría después de todo lo que había pasado en ese parque? No era lo que habíamos dicho, sino lo que no dijimos lo que pesaba en el aire.
Cuando nos sentamos juntos en clase, el silencio se sentía más denso que nunca. La distancia que antes solo había sentido en mi cabeza, ahora parecía materializarse físicamente entre nosotros. Cada vez que lo miraba, lo encontraba distraído, sus dedos jugando con el borde de su cuaderno, sus pensamientos claramente en otro lugar.
—¿Estás bien? —me atreví a preguntar, aunque ya conocía la respuesta.
Él asintió, pero no levantó la vista. —Sí —respondió con una indiferencia que me hizo apretar los labios. No sabía si me estaba protegiendo a mí o a él mismo, pero claramente no quería hablar de lo que había ocurrido. O peor, no quería hablar conmigo.
Al final del día, me armé de valor y lo detuve antes de que pudiera irse.
—Nicholas, tenemos que hablar —dije, mi voz un poco más firme de lo que esperaba. Él me miró, con una mezcla de sorpresa y resignación en los ojos.
—¿De qué? —preguntó, aunque sabía que ambos entendíamos perfectamente a qué me refería.
Respiré hondo, buscando las palabras adecuadas. —No podemos seguir así, fingiendo que todo está bien cuando no lo está. Lo del sábado... no lo hemos hablado, y claramente nos está afectando.
Él suspiró, apoyándose en la pared como si la conversación le estuviera robando toda la energía que le quedaba. —¿Qué quieres que diga, Mía? Sabes lo que siento, pero no sé si tú lo sabes.
El corazón me dio un vuelco. No me lo había dicho explícitamente, pero lo entendía. Era como si cada gesto, cada mirada, estuviera cargado de una verdad que yo no quería aceptar. Pero ahora no había escapatoria.
—Nicholas, yo... —empecé, pero mi voz se quebró antes de poder continuar.
Él levantó la mano, como si supiera exactamente lo que iba a decir. —No tienes que responder ahora. Solo quiero saber si tú también lo sientes. No más excusas, no más silencios. Necesito saber si estoy esperando por algo que nunca va a pasar.
Sus palabras cayeron pesadas entre nosotros. No era justo para él, lo sabía, pero tampoco era justo para mí. No podía simplemente fingir que no sentía nada, pero tampoco estaba lista para dar el siguiente paso.
—No lo sé —admití finalmente, sintiendo una presión en el pecho. —Todo esto es nuevo para mí. Lo que sea que esté pasando entre nosotros... no sé cómo manejarlo.
Nicholas bajó la mirada, como si mis palabras hubieran sido un golpe suave pero certero. —Está bien —murmuró, pero su tono me hizo saber que no lo estaba. —Supongo que es todo lo que necesitaba escuchar.
Se dio la vuelta antes de que pudiera detenerlo, dejándome ahí, sola en el pasillo, sintiendo que había dejado escapar algo que nunca volvería. Y por primera vez en todo el tiempo que lo conocía, me di cuenta de que estaba perdiéndolo, y tal vez esta vez no habría vuelta atrás.
ESTÁS LEYENDO
bad habit › nicholas chávez
Fanfiction❝𝘐 𝘸𝘪𝘴𝘩 𝘪 𝘬𝘯𝘦𝘸 𝘺𝘰𝘶 𝘸𝘢𝘯𝘵𝘦𝘥 𝘮𝘦❞ tostaditabrr © 2024