✮⋆˙𝐶ℎ𝑎𝑝𝑡𝑒𝑟 𝐼𝐼𝐼

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Robb como todas las mañanas estaba en una reunión con sus consejeros y sus hombres de estrategia. El joven lobo estaba hablando cuando miró en la entrada de la tienda a aquella joven de ojos marrones y cabello marrón caer por sus hombros como siempre.

—¿Se le ofrece algo? — preguntó Robb mirando a Mary sin poder evitar sonreír. Mary sonrió.

—Si, pero puede esperar, majestad. — dijo ella ladeando la cabeza.

Robb niega rápidamente la cabeza para luego mirar a sus hombres quienes entendieron la señal de manera rápida para luego salir de la tienda dándole una reverencia a su Rey y a Mary quien solo se encogió de hombros apenada.

—Majestad, perdón por haber interrumpido. — se disculpó ella mirando a Robb.

—No interrumpe nada. — asegura el rey mirando el rostro de Mary, cada pequeña facción de su rostro.

Mary no alzó la mirada, la ponía nerviosa la mirada tan penetrante de Robb, pero tomó el valor y miró a Robb. Sus ojos azules eran tan intensos que de no ser porque ella tenía algo importante que decir seguramente se quedaría hipnotizada en aquel azul.

—Ah, yo, majestad, quería pedir un poco más de leche de amapola, sigue habiendo muchos heridos y pronto se acabará. — pidió ella.

—Bueno, creo que podemos ir a conseguir un poco más, al final de cuentas, esos soldados necesitan mejorarse. — dijo Robb con una sonrisa en sus labios para luego salir de la tienda y caminar junto a Mary. —Pediré unos caballos para ir de inmediato.

—¿Unos caballos? — preguntó Mary un tanto nerviosa.

—Si, ¿me puedes esperar? — pide Robb para luego caminar. Mary puso su mano en sus labios.

Mary miró al rey y a su guardia real. Robb traía a dos caballos, uno café y uno blanco. Mary suspiró un poco, ella no sabía cabalgar, le daban miedo los caballos, no sabía el porqué, pero no le gustaban. Robb notó el nerviosismo de Mary y luego soltó una risita.

—¿No sabes cabalgar? — preguntó Robb mientras acercaba el caballo blanco a la chica, ella se alejó un poco haciendo que la sonrisa de Robb se borre. —¿No sabes cabalgar? — preguntó Robb ahora más sorprendido.

—Bueno, no es que no sepa... bueno, no sé. — dijo ella mirando a Robb apenada. Robb sonrió.

—¿Sabes subirte? — preguntó Robb. Ella negó levemente haciendo reír a Robb. —Ven, te ayudo. — dice él extendiendo su mano hacia ella, ella tomó la mano del rey.

Robb sonrió al sentir la mano de Mary sobre la suya la cual estaba cubierta por su guante, si hubiera sabido que habría contacto entre ellos no se hubiera puesto los guantes. Robb se acercó un poco a ella tomándola de la cintura y cargándola para subirla al caballo. Mary se sorprendió por lo fácil que fué para él subirla al caballo. Robb se subió a su propio caballo tomando las riendas de este y del caballo de Mary.

—¿Puedo saber el motivo de porque no sabes cabalgar? — preguntó él mirando a Mary.

—No tenía tiempo para aprender esto. — dijo ella mientras sus dedos acariciaban el cabello blanco.

—¿No tenías tiempo? — preguntó él curioso.

—La esposa de mi padre no me quiere ni un poco entonces me puso con los sirvientes, y ella es una persona muy demandante. — relató Mary rodando los ojos haciendo reír un poco a Robb.

—Suenas como mi hermano, Jon. Mi madre no lo puso con los sirvientes, pero no lo quiere ni un poco. — dijo Robb haciendo reír a Mary.

—Es la triste historia de nosotros los bastardos, pero bueno, al menos tenemos donde dormir, donde comer y todo eso. — dijo Mary con una sonrisa en sus labios mirando a Robb.

𝑇ℎ𝑒 𝑊𝑜𝑙𝑓 𝑎𝑛𝑑 𝑡ℎ𝑒 𝑚𝑒𝑟𝑚𝑎𝑖𝑑  || 𝐺𝑂𝑇||ʀᴏʙʙ x ᴍᴀʀʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora