𝑇ℎ𝑒 𝑊𝑜𝑙𝑓 𝑎𝑛𝑑 𝑡ℎ𝑒 𝑚𝑒𝑟𝑚𝑎𝑖𝑑 || 𝐺𝑂𝑇||ʀᴏʙʙ x ᴍᴀʀʏ

🪼⋆.*:･𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖃𝖁 ᴱˡ ᵉⁿᵍᵃñᵒ ᵈᵉ ˡᵃ ʳᵉⁱⁿᵃ

Día 8

La costurera evitaba mirar mucho la espalda de Mary. La espalda de la reina del norte ya estaba llena de cicatrices demasiado recientes, un color morado con rojo era el color que decoraba la espalda de la reina del norte. Mary alejaba su cuerpo de la costurera cada vez que ella rozaba un poco sus dedos por su piel la cual le dolía como si le ardiera.

Los ojos tristes de Mary estaban fijos en la tela blanca que la costurera había llevado a las habitaciones de Mary para empezar a hacerle el vestido de novia que Ramsay había pedido para la boda. La mente de Mary no podía pensar en otra cosa que en Robb y el día que se casaron, lo feliz que ella estaba al ver el vestido que usaría, al escuchar la alegría de los hombres de Robb cuando estaban bailando en el banquete. Mary solo podía pensar en los ojos azules de Robb, llenos de brillo cuando ella decía sus votos cara a cara con Robb. Ahora los ojos azules que veía eran esos que estaban llenos de maldad de Ramsay, él nunca se podría comparar con Robb.

—¿Puede alzar su brazo, majestad? — preguntó la costurera mirando a Mary.

Mary asintió levemente para luego levantar su brazo derecho. Mary miró a la costurera hacer su trabajo, ella alzó la cabeza mirando el techo de la habitación deseando que el techo. La costurera miró a Mary y luego miró su vientre el cual se veía ligeramente más inflado, alguien demasiado atento lo notaría, pero Ramsay no.

—El vestido será un poco más grande de la parte del vientre, majestad. — mencionó la costurera.

—¿Disculpe? — preguntó Mary frunciendo el ceño así bajando la mirada a la costurera.

—Será mejor que logre huir antes de que Lord Bolton logre darse cuenta de su vientre, majestad.

—¿Crees que él llegue a darse cuenta? — preguntó Mary.

—No si usted es más lista ocultando el embarazo.

Mary asintió levemente mientras pasa su mano por su vientre un poco nerviosa pues si la costurera ya se había dado cuenta, era cuestión de tiempo que alguien más peligroso se enterara. Mary miró a la costurera salir de la habitación. Mary se acostó en su cama con cuidado de no lastimarse más su espalda y así tomarse un momento con su hijito. Mary pasó sus dedos por su vientre y sonrió un poco.

—Estoy segura de que Greywind ya sabía sobre tí, los animales son más listos que cualquier humano, y estoy segura de que él te protegería de todo. — dijo ella sonriendo levemente. —Espero ser la madre que mereces, te prometo que seré la madre que yo siempre quise y te amaré tanto...

Mary sonrió un poco más ampliamente mientras tomaba una bocanada de aire y se incorporaba en la cama acomodando su cabello marrón para luego ponerse sus botas largas cafés para poder salir a buscar a Theon. Mary se levantó de la cama y salió de la habitación así llegando al patio del palacio luego de caminar por los pasillos del palacio.

Theon se acercó a Mary con un arco y una flecha, ella negó levemente pues no quería practicar en ese momento. Theon agachó la cabeza, él no podía ver a Mary después de haberle dado los latigazos que Ramsay le ordenó, por las mejillas de Theon rodaron un par de lágrimas que hicieron que Mary también dejó caer un par de lágrimas por sus mejillas.

—Theon. — llamó ella a su amigo.

—Robb nunca me perdonaría esto, yo lo sé, y yo tampoco puedo perdonarme. — dijo Theon rápidamente negando levemente.

—Theon, no fué tu culpa, tú no querías hacerlo. — dijo Mary tomando la barbilla de Theon para que alze la cabeza.

—Lo lamento, Mary, yo debí detenerme.— dijo Theon.